El viernes 14 de septiembre de 1923, un grupo de radioaficionados reunidos en el Café Cine París de Necochea intentó sin mucho éxito una gran hazaña tecnológica para ese momento: captar las transmisiones de radio de la pelea entre Jack Dempsey y Luis Angel Firpo.

Esa noche, Necochea se encontraba convulsionada por la denominada “pelea del siglo”.

Alrededor de las 22.15 llegaron a través de la radio algunos detalles de la pelea y muchos creyeron que Firpo había ganado la pelea.

Pese a las distancias y a que las transmisiones de radio de aquellos años eran incipientes (hacía tres años se había producido la primera transmisión en el país), el fenómeno Firpo había generado una expectativa que hacía que en todo el mundo los aficionados al boxeo vivieran aquella pelea con la misma o más emoción que lo harían hoy con Internet y la televisión en alta definición.

En el primer round Firpo sacó del ring a Dempsey de un golpe. Las transmisiones entrecortadas que llegaban a nuestra ciudad hicieron que los necochenses creyeran que el Toro Salvaje de las Pampas había ganado la pelea.

Pero Dempsey se repuso y derribó siete veces al argentino. De la última caída Firpo no se levantó sino varios minutos después.

¿Por qué pelearon Firpo y Dempsey?

Luis Angel Firpo había nacido el 11 de octubre de 1894 en Junín y en 1917 comenzó su carrera profesional logrando su primera gran corona el 20 de abril de 1920 tras ganarle por KO en el primer round a Dave Mills por el título sudamericano de pesos pesados. A esa le siguió una seguidilla de cinco victorias y una pelea sin decisión, que fueron el puntapié para que en 1922 fuera a entrenarse a Estados Unidos en vistas de ganar el título mundial.

Su primera pelea en esas tierras fue el 20 de marzo cuando le ganó por Knock Out en el séptimo round a Tom Sailor Maxted, campeón de la marina norteamericana y que apodaban “El derribador de esperanzas”. Joe McCann y Jack Hermann fueron sus otras dos víctimas hasta que quiso volver a Buenos Aires por unos pocos meses, en donde volvió a ganar tres peleas más. Pero en su mente sólo tenía en cuenta una cosa: ganar el título del mundo. El retorno a los Estados Unidos en febrero del año siguiente lo encontró con una pelea veinte días después. La victoria ante Bill Brennan el 12 de marzo fue tan categórica que un periodista lo llamó “El toro salvaje de las pampas”, apodo con el se lo conocería por siempre.

Más victorias en Estados Unidos, Cuba y México fueron agregadas a su historial, pero la lograda ante Jess Willard el 12 de julio fue la que le dio la oportunidad del título contra Dempsey. Poco antes de esa pelea, hubo un primer cruce del boxeador de Junín con el campeón del mundo. En 1978, para la revista La Semana, el estadounidense contó que poco antes de la pelea con Tommy Gibbons (4 de julio de 1923), “le conté a Tex Richard -mi promotor- que no hacía mucho el argentino se me había acercado para comentarme que me despojaría del título. Los dos elogiamos el valor puesto en esa actitud, pero yo sabía que lo tendría que tumbar antes de los tres minutos de pelea. Tex, por el contrario, no se mostraba tan optimista”.

Jack Dempsey, de 28 años, por entonces tenía 52 peleas ganadas y defendía por quinta vez el título de campeón del mundo de los pesos pesados. Venía de ganar peleas multitudinarias contra George Carpentier y Bill Miske, entre otros. Era una absoluta estrella mundial y su nombre aparecía en los medios: de hecho fue tapa de la revista Time el 10 de septiembre de 1923, cuatro días antes del combate con Firpo.

La pelea originalmente iba a realizarse en marzo de 1924 porque así lo había acordado con Tex Richard, pero este aduciendo”serias influencias políticas” adelantó la fecha. Firpo tenía apenas dos meses para prepararse. El entrenamiento fue durísimo y las peleas de exhibición se hicieron cada vez más reiteradas: entre el 17 de julio y el 17 de agosto de ese año, el argentino fue retado ocho veces y las ganó todas.

El escenario elegido fue el Polo Grounds que, como su nombre lo indica, era un estadio de Polo utilizado en esa ocasión para un cruce de box. Ochenta mil personas se acercaron al lugar, y otras veinte mil intentaron meterse sin suerte, para presenciar una pelea que debió suspenderse porque Firpo tenía una fractura dislocada en el codo izquierdo. Sin embargo, pocas horas antes su brazo fue reacomodado por un doctor y debió ser vendado para evitar la hinchazón. Las imágenes de la pelea muestran que, efectivamente, los golpes más fuertes de Firpo fueron hechos con el brazo derecho.

 

Con información del Área de Museos