El más pequeño del país, se extendía por 7 kilómetros de una única línea, atendidos por tres coches Brill y tres acoplados, originalmente coches a caballos. La alimentación se hacía mediante arco raspante, único caso en la Provincia de Buenos Aires.

El servicio lo prestó la Sociedad de Fomento de Necochea entre 1914 y aproximadamente 1940.

Se prestaba con 3 coches semi-convertibles de dos ejes y 32 asientos, adquiridos a la empresa norteamericana John G. Brill & Co., similares a los Lacroze de Buenos Aires pero con trole de arco raspante en vez de pértiga. Necochea tuvo los únicos vehículos de ese tipo en la Provincia de Buenos Aires. Asimismo, fue la ciudad que tuvo menor cantidad de coches eléctricos. Las “cucarachas” heredadas del servicio a vapor circularon acopladas para ampliar la capacidad. También se contaba con “jardineras” (coches con los laterales abiertos) de 4 ejes para los meses de verano. El trazado original por 42 y 87  fue reemplazado por diagonal y av. 79, más directo.

La alimentación de la línea era suministrada por la usina local y la Sociedad de Fomento se ocupó de pavimentar las calles por las que circulaban los tranvías. Para mediados de la década del ’20, no obstante, el automóvil comenzó a ganar terreno. Las mejoras en calles y caminos contribuyeron al estancamiento del servicio hacia 1927.  Dentro de los trabajos de relleno, nivelación y pavimentación de calles encarados entre 1928 y 1929, se destaca la apertura de la avenida Costanera 9 de Julio de 1816 (avenida 2 actual). Recordemos que también por entonces se inauguró el puente colgante. En cuanto al trazado de la ciudad, se fortaleció la zona central en detrimento de los extremos, últimos baluartes de los medios de tracción animal.

En abril de 1935, ya en franca decadencia, se remató la estación del tranvía, ubicada en 56 entre 61 y 59, que fue adquirida por Ramón Pucciarelli en m$n 16.000. Más tarde el lote fue ocupado por oficinas de la Municipalidad. En mayo de 1937 fueron levantadas las vías y se retiraron los cables y otras instalaciones de la villa balnearia y la diagonal. El servicio, disminuido a un circuito en el Centro, subsistió hasta 1940 administrado por el municipio.

Los coches pasaron al sistema tranviario de Mar del Plata. Los últimos tres tranvías de Necochea no fueron aquellos que corrieron hasta 1940, pero de todas formas prestaron importantes servicios. Eran tres coches que habían circulado en Buenos Aires y fueron cedidos, luego del desmantelamiento del sistema, como aulas para la escuela 27. Esta modalidad se difundió a principios de la década del ’60 en varias ciudades del país, y continuó hasta que las escuelas tuvieron edificios propios.

Con información del Área de Museos