José Francisco de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, que actualmente forma parte de la provincia de Corrientes, y es conocido como el Libertador de América. Conocé su rica historia, que lo catapultó como uno de los próceres de la Argentina.
José, hijo de los españoles don Juan de San Martín y de doña Gregoria Matorras del Ser, vivió hasta 1783 en la Argentina, pero porque su padre era militar debió emigrar a Europa. Después de realizar sus estudios escolares en Málaga, donde se había establecido su familia (tenía cuatro hermanos), se incorporó en 1789 como cadete al Regimiento de Murcia, del arma de infantería.
Dónde se educó e inició su formación militar San Martín
Mientras formó parte del ejército real con guarnición en España, combatió inicialmente en África contra los moros (árabes islámicos que habitaban en el norte de ese continente) y después lo hizo en Europa, en guerras con Francia, Inglaterra y Portugal.
En 1811 se retiró del ejército real y dejó España. San Martín desembarcó el 9 de marzo de 1812 en Buenos Aires, la ciudad capital del antiguo Virreinato del Río de la Plata. Contribuir a la independencia de los pueblos americanos era la alta misión que lo había impulsado a retornar.
A poco de su llegada, el triunvirato le confió la organización de un escuadrón de caballería, que en pocos meses se constituiría en la base del Regimiento de Granaderos a Caballo, que participó en las luchas por la emancipación americana. Mientras instruía a oficiales, cadetes, cabos y soldados en el arte militar, el general San Martín contrajo matrimonio con María de los Remedios de Escalada, con quien tuvo una hija: Mercedes.
José de San Martín
El 3 de febrero de 1813, San Martín, al frente de 120 granaderos, obtuvo su primera victoria en tierra americana al derrotar en San Lorenzo, cerca de Rosario, a 250 infantes desembarcados de una expedición fluvial corsaria promovida por el gobierno de Montevideo, ciudad aún dominada por el enemigo. El combate duró quince minutos y en su transcurso estuvo a punto de perder la vida al quedar aprisionado por su caballo herido.
El 10 de agosto de 1814, el director supremo Gervasio Antonio de Posadas designó a San Martín como “gobernador intendente de la Provincia de Cuyo, con el doble objeto de continuar los distinguidos servicios que tiene hechos a la Patria y el de lograr la reparación de su quebrantada salud en aquel delicioso temperamento”.
José de San Martín y en qué consistió el cruce de los Andes
Llevaba San Martín dos meses en el gobierno de Cuyo -asumido por él en septiembre de 1814- cuando sucumbió el régimen independentista de Chile a manos de las tropas represoras enviadas por el virrey del Perú.
Esto determinó que el Libertador replantease su plan de acción militar, lo que lo llevó a optar entre dos alternativas: o adoptar un plan defensivo en previsión de que las tropas del virrey del Perú atacasen a Cuyo atravesando la cordillera de los Andes o formar un ejército para cruzar esas montañas a fin de liberar Chile y, conseguido esto, hacer otro tanto con el Perú.
Se decidió por la segunda y tiempo después aseguró la liberación de los pueblos hispanoamericanos de la monarquía española y estableció su condición de estados soberanos. El plan continental sanmartiniano fue aprobado por el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata poco después de haber declarado estas su independencia el 9 de julio de 1816.
Dónde y cuándo murió José de San Martín
En 1848, en Francia, San Martín, acompañado por su familia, se trasladó a Boulogne-sur-Mer. Allí a las 15 del 17 de agosto de 1850, falleció: se hallaban a su lado su hija Mercedes, su yerno Mariano Balcarce, sus nietas, el representante de Chile en Francia don Francisco Javier Rosales y el doctor Jordán, quien lo asistió como médico.
En 1880, los restos de José de San Martín fueron trasladados desde Francia a Buenos Aires para ser depositados en el mausoleo que al efecto se erigió en la Catedral. Figuras simbólicas que representan a la Argentina, Chile y Perú le rinden guardia permanente.
Las 5 mejores frases de José de San Martín
“Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas”.
“Una derrota peleada vale más que una victoria casual”.
“La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien”.
“No hay revolución sin revolucionarios”.
“Cuando la patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla”.