El 26 de junio de 1971 quedó inaugurado el Puente Ezcurra que tenía como particularidad una curva en el extremo del lado quequenense.

La curva se debía a la adaptación que se realizó para poder utilizar la estructura del anterior puente de ferrocarril.

Además, el puente presentaba cierta inclinación para que por debajo pudieran pasar barcos de mediana escala.

A instancias del Rotary Club de Necochea se le impuso el nombre de Ignacio Ezcurra, en homenaje al periodista del diario La Nación desaparecido en la guerra de Vietnam.

Fue el último puente del puerto y durante los 10 años que estuvo en servicio, el Ezcurra agilizó el tránsito entre la zona balnearia de Necochea y Quequén y se convirtió en parte de un circuito turístico que, tras su destrucción, nunca fue recuperado.

Las inundaciones generadas por las intensas lluvias a mediados de abril de 1980 hicieron que el Ezcurra cayera derrumbado el día 29 de ese mes.

Las crónicas de la época calificaban al dramático momento de la caída como “prácticamente inenarrable”, y agregaba que “el impacto generó la tristeza y el desánimo entre todos los que presenciaron la tragedia que sucediera a las 16.30 aproximadamente, dando fin a un largo sueño que comenzó el 20 de diciembre de 1969, cuando fuera habilitado el tránsito”.

Con información del Área de Museos