El 16 de noviembre de 1968, en viaje de Necochea con un cargamento de 2.800 toneladas de cereal destinadas a Recife, embistió una roca sumergida a 15 millas al Norte del puerto de zarpada y a 2 millas de la costa.
La nave retornó a Necochea para ser inspeccionada pero mientras estaba amarrada en la dársena de cabotaje sufrió una explosión en la sala de máquinas debido a la acumulación de gases. La nave fue declarada perdida constructiva total y vendida para desguace.
Con información del Área de Museos