Apenas transcurrido un año de la colocación de la piedra fundamental de la Capilla del Hogar de Niñas Stella Maris, el templo fue inaugurado el 8 de febrero de 1964.
La bendición de la piedra fundamental de la futura capilla estuvo a cargo del cura párroco y vicario forense, presbítero José de Luis, de la Iglesia Santa María del Carmen. Asistió numeroso público y desde Buenos Aires, se hizo presente la reverenda Madre Regional Sor María Rita, superiora de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, Obra don Orione.
Fueron padrinos de la ceremonia Leonardo Galilea y María Elena B. de Knudsen; Edgardo Hugo Yelpo y Beatriz P. de Felizia.
“Las niñas internas del Pequeño Cottolengo de Avellaneda venían desde hacía varios años a pasar sus vacaciones a Quequén, en una casilla que estaba cerca de la playa. Eran instalaciones muy precarias, pero las niñas y las hermanas lo pasaban bien”, escribió hace unos años María Araceli, madre superiora del Hogar Stella Maris.
En una reseña manuscrita, la religiosa recuerda la historia de la humilde casa de la Congregación Pequeñas Hermanas de la Caridad que con el paso del tiempo se convirtió en el Hogar de Niñas Stella Maris de Quequén.
La primera edificación de la orden se inauguró a fines de febrero de 1958, el mismo mes que el agrimensor Edgardo Hugo Yelpo fue designado intendente de Necochea.
En marzo de 1960 se abrió oficialmente la casa de las hermanas, que aún no llevaba el nombre de Stella Maris.
En agosto de ese mismo año se formó una comisión de señoras que era presidida por Elida de Yelpo.
Con información del Área de Museos y del blog de Juan José lores