El prestigioso médico forense Osvaldo Raffo fue hallado hoy muerto de un balazo en la bañera de su casa, en el partido bonaerense de San Martín, donde los investigadores encontraron una nota firmada en la que confesaba que no aguantaba más los dolores que lo aquejaban por una enfermedad que padecía.

La causa quedó a cargo de la fiscal Fabiana Ruiz de la Unidad Fiscal 2 de San Martín. Según confirmaron fuentes policiales, Raffo vivía solo y fue hallado sin vida por su cuidadora.

Su casa estaba en orden y se hallaron dos notas: una donde decía que no soportaba más los dolores que lo aquejaban; otra donde indicaba a la mujer que lo cuidaba que no entrara sola.

Alrededor de la casa se delineó un perímetro para preservar la escena de la muerte. Se informó que el arma utilizada para quitarse la vida fue un revólver, al parecer calibre 38.

Para muchos entendidos en la materia, Raffo, de 84 años, fue el máximo exponente argentino vivo de la medicina forense. Hizo más de 20.000 autopsias. La primera data de 1963. Hizo peritajes en los casos policiales más transcendentes del país como el del asesinato de María Soledad Morales, el homicidio de Alicia Muñiz a manos del campeón mundial de boxeo Carlos Monzón, el suicidio del prestigioso cardiólogo René Favaloro, el crimen del soldado Omar Carrasco y la muerte del fiscal Alberto Nisman.