Después de 4 días, anoche les bajaron 6 mil litros de nafta super, pero eso no alcanza a cubrir la demanda.

El panorama en las estaciones de servicio es dispar, ya que, mientras algunas venden de manera normal, otras imponen topes de cargas.

¿Por qué falta combustible en el país?

Según explica la agencia Bloomberg, el banco central de Argentina se está quedando sin dólares para pagar a los importadores, con una inflación cercana al 140% y una recesión en ciernes. La petrolera estatal YPF tiene tres buques cisterna esperando con gasolina y diésel para su importación, pero no puede descargar el combustible hasta que se pague a los proveedores extranjeros BP Plc. y Gunvor.

YPF y Gunvor declinaron hacer declaraciones, mientras que BP Plc no respondió a una solicitud de comentarios. Dos de los tres barcos, llamados Pacific Blue y NCC Nasma, están anclados en el Río de la Plata, más cerca de la costa de Uruguay, según datos recopilados por Bloomberg. YPF importó el 6% de su gasolina para automóviles en el segundo trimestre de este año, según su más reciente llamada de resultados.

La incertidumbre electoral es otro de los grandes motivos de los problemas que enfrentan los automovilistas. Antes de las elecciones generales del 22 de octubre, algunas gasolineras suspendieron las ventas mientras los clientes intentaban abastecerse de gasolina, por temor a una fuerte devaluación de la moneda que, por ahora, parece aplazada. El ministro de Economía, Sergio Massa, se enfrentará al outsider Javier Milei en la segunda vuelta del 19 de noviembre. Incluso después de las elecciones, algunas gasolineras dicen que están sin stock de combustible.

La escasez de dólares en Argentina hace que YPF no pueda pagar por ahora las importaciones de gasolina. El cargamento retenido tiene un volumen de 120.000 metros cúbicos, lo que representa el 7% de las ventas mensuales de gasolina del país, o unos US$150 millones, según dijo una fuente. Argentina no tiene acceso a capital internacional y está luchando por cumplir un acuerdo de US$44.000 millones con el Fondo Monetario Internacional, su única fuente importante de financiación.

El suministro de combustible también se ve presionado por la regulación: los precios de la gasolina están congelados hasta el 31 de octubre, mientras el litro de combustible en el surtidor cuesta alrededor de 40 centavos en Argentina, el nivel más bajo en América Latina detrás de Venezuela y Ecuador, dijo una persona. Argentina importa el 32% de su combustible: el 20% de su diésel y el 12% de su gasolina súper. El problema se ha venido agravando en la última semana y especialmente en las provincias más alejadas de la capital del país.