El Banco Central (BCRA) habilitará esta semana una nueva opción de inversión en pesos: permitirá a los bancos captar plazos fijos (PF) ajustables por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) precancelables desde los 30 días, para igualarlo -en lo relativo al lapso mínimo de colocación- al plazo fijo tradicional, el más usado por los ahorristas.
Además, les pidió que rehabiliten la posibilidad de que sus clientes puedan participar de las subastas de Letras del Tesoro a tasa variable que realiza el Ministerio de Economía para refinanciar la mayor parte posible de la deuda local en pesos que le vence. Dicha posibilidad había quedado vedada tras el reperfilamiento compulsivo de Letes, Lecap y el resto de la familia de títulos de corto plazo emitidos por la administración Macri en la plaza local.
En realidad, la opción de constituir un PF indexado ya existe, pero sólo a un plazo mínimo de 90 días, algo que, dada la fuerte incertidumbre en la que se hundió la economía desde hace largos meses, desalienta a muchos ahorristas a considerarlo a la hora de inmovilizar fondos.
La decisión, confirmaron a LA NACION en el BCRA, busca ampliar el menú de opciones de inversión en pesos incorporando un instrumento que, ante el fuerte ajuste a la baja que tuvieron las tasas pasivas en las últimas semanas, hundiéndose en terreno negativo en términos reales (los bancos pagan en promedio 36,6% anual por un PF minorista), al menos disminuye la posibilidad de que se licúen los ahorros.
Después de todo, se trata de un indexador que se actualiza a diario a partir del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que replica con mínimo rezago la inflación minorista, lo que asegura un mejor resguardo del poder adquisitivo de los pesos así invertidos.
Por caso, al cabo de 2018 el IPC aumentó 47,6%, mientras que la UVA en el mismo lapso subió 46,9%.
Al ajuste por indexación los bancos pueden sumar una tasa adicional. Según el Régimen de Transparencia del BCRA, los bancos que suman un interés al ajuste por inflación (algunos grandes privados lo evitan) ofrecen hoy tasas que van de l,5 al 4% anual .
Aval de los analistas
Los analistas valoran que se busquen mecanismos para preservar al ahorrista en moneda local, más aun cuando la posibilidad de preservar capitales refugiándose en el dólar quedó casi totalmente vedada. Además, reparan que una mayor aceptación de este instrumento permitiría a los bancos mejorar el descalce que hoy tienen entre un bajo nivel de pasivos que ajustan por UVA y un bastante mayor nivel de activos.
“Cualquier alternativa que incentive los depósitos es buena. Técnicamente, tengo dudas de cómo ajustaría un depósito a 30 días, dado el rezago con que se conocen los índices de inflación, que se hacen públicos a mediados del mes siguiente, por lo que rendiría la inflación desfasada”, juzga el economista y ex funcionario del BCRA Julio Pieckarz.
“Abrir el abanico de opciones para invertir en pesos es positivo aun pagando el costo de que aceptar mecanismos de indexación de corto plazo pueda chocar algo con el discurso oficial de bajar la nominalidad de la economía”, coincidió su colega Fabio Rodríguez, de la consultora M&R.
Incluso destacan que este mecanismo, de ganar progresiva aceptación, permitiría a los bancos calzar mejor la parte de la cartera de activos que ya tienen ajustables por UVA. “Para el sistema, sería sano”, acota Rodríguez. “Permitiría rebalancear carteras, aunque dudo que genere crédito nuevo ya que es difícil pensar en empresas o personas dispuestas a endeudarse con UVA, en un escenario donde aún no hay proyecciones de inflación consolidadas en el plan de mediano plazo”, aporta Pieckarz.
El punto en contra que tiene esta opción de inversión es que la reciente ley de Solidaridad y Reactivación Productiva, si bien exceptuó del impuesto a la renta financiera a las inversiones en pesos, lo mantuvo en el 5% para las colocaciones indexadas por inflación, lo que dejaría la renta que aporte el nuevo PF alcanzada.