Tras una reciente verificación de la Prefectura Naval Argentina, se confirmó oficialmente la existencia de un naufragio no registrado en un área cercana al puerto de Quequén de acuerdo a la denuncia de hallazgo que el pasado 9 de marzo hiciera el Proyecto Eslabón Perdido.

“En ese entonces nuestra búsqueda se realizó con un sonar de barrido lateral que permitió ubicar un pecio de casi 80 metros de eslora por 6 de manga, a 30 metros de profundidad, frente a las costas de Playa Bonita y Arenas Verdes” recordó Abel Basti, a cargo del proyecto, remarcando que “desde la fecha de nuestro hallazgo hemos solicitado con insistencia que se realizara la verificación oficial del mismo, tal como lo establece la ley, y que se adoptaran las acciones para que el sitio del naufragio sea incorporado, por razones de seguridad a la navegación, a las cartas náuticas del área en cuestión y al Derrotero Argentino”.

Recientemente la petición fue escuchada y la verificación fue realizada por la Prefectura que transmitió la información al Servicio de Hidrografía Naval (SHN), dependiente del ministerio de Defensa, desde donde se informó que: “con relación al procedimiento para la divulgación de la Información de Seguridad Marítima (ISM), cabe señalar que la actualización de las cartas y publicaciones náuticas se realiza a través de la publicación mensual H-216 Boletín Aviso a los Navegantes. Consecuentemente, la información del hallazgo será incluida en el Boletín correspondiente al 1° de julio”.

Desde Eslabón Perdido consideran concluida una primera etapa de trabajo al haber un reconocimiento oficial del hallazgo que tuvo como protagonista clave a un integrante local del grupo, el pescador Vicente Enrique Silva.

Silva tenía datos certeros acerca del naufragio y en base a ellos se pudo ubicar y registrar el pecio en su totalidad.

“Resta ahora que la Prefectura Naval, delegación Quequén, no condicione la posibilidad de que Eslabón Perdido filme el naufragio, tal como ha ocurrido desde la fecha del hallazgo, para que así se pueda verificar de qué nave se trata” indicó Basti, añadiendo que “el derecho a filmar, en este caso con un Rov que se opera desde la superficie, no está prohibido por la ley y consecuentemente es una actividad legítima que permitiría a la comunidad conocer las características de este pecio que forma parte de la historia del lugar”.