Según relató el cuidador del lugar, el viento y la tormenta de anoche imposibilitaron que ellos puedan escuchar si andaban extraños entre los corrales de los animales.
Esta mañana descubrieron que Toto no estaba y en el lugar había huellas de las personas que se habrían se lo habrían llevado.
El chivo tiene una historia particular en el lago ya que cuando nació su mamá no lo cuidó por lo que Norma y Daniel debieron cobijarlo y alimentarlo con mamaderas para que pueda crecer fuerte.