Fue un una boca de cobranzas de servicios ubicada frente el hospital Iruruzn de Quequén. Uno de los delincuentes, armado con una pistola efectuó un disparo que, de milagro, no impactó contra una clienta y el dueño del comercio.

El propietario del lugar, Cristian Lofiego, le dijo a TSN que los dos hombres entraron armados y encapuchados, con el uniforme de la policía.

Luego de exigir la recaudación y al no poder obtenerla por las rejas que pusieron en el lugar, antes de retirarse, y para intimidarlos, uno de los delincuentes disparó al techo.

“La policía vino rápido pero no pudieron dar con los muchachos” dijo el damnificado, que inmediatamente, al divisarlos en el comercio presionó el botón antipático.