La tranquilidad que caracteriza al balneario Arenas Verdes se vio alterada con dos graves robos a mano armada y toma de rehenes, que fueron cometidos por sujetos que vestían uniformes de policía.
El sábado por la noche irrumpieron en una vivienda ubicada en la zona costera sorprendiendo a una familia de Lobería que compartía una cena. Actuaron tres sujetos armados que de inmediato redujeron a la totalidad de las personas para apoderarse de dinero en efectivo, teléfonos celulares y demás elementos de valor.
Los ocupantes esperaron un tiempo prudencial para salir del inmueble y dirigirse hasta el puesto policial donde narraron la odisea vivida.
Llamativamente cuando los loberenses radicaban la denuncia, los mismos asaltantes cometían otro hecho en una casa de veraneo situada a pocos metros de la primera. Allí resultaron víctimas los integrantes de una familia de turistas platenses que tras ser amenazados con armas de fuego fueron conducidos hasta una habitación, en la que permanecieron bajo la custodia de un sujeto.
El resto se dedicó a revisar todas las dependencias del inmueble en busca dinero y objetos de valor. Se alzaron de una fuerte suma de dinero –su monto no trascendió-, y varios teléfonos celulares que luego abandonaron
La huida la protagonizaron amparándose en la oscuridad reinante y no se descarta que hayan contado con el apoyo de un vehículo que los aguardaba en las inmediaciones con la presencia de su conductor.
A estos dos violentos episodios se le suma un tercero que habría sido protagonizado por la misma banda de delincuentes en otra vivienda del mismo balneario, pero en este hecho específico el ingreso se produjo en ausencia de los moradores.
El fiscal de Delitos Complejos se hizo presente en Arenas Verdes con el fin de interiorizarse de los atracos, tomando contacto directo con las víctimas que le aportaron detalles de cada robo a mano armada como las principales características de los asaltantes.
La policía se encuentra abocada en obtener elementos que permitan orientar la investigación, aunque hasta el momento no se han registrado novedades de importancia.
Lo sucedido causó sorpresa e indignación de residentes y turistas que enseguida expresaron la necesidad de contar con mayor presencia policial para la prevención de futuros hechos delictivos.