A pesar de que el derecho a la maternidad y a la paternidad es indispensable para garantizar el desarrollo saludable de niños y niñas, la seguridad laboral de madres y padres tiene muchas deficiencias y más aún si el niño o niña nace con discapacidad.

La Ley de Contrato de Trabajo actual en nuestro país establece 90 días de licencia por maternidad, dos días por paternidad, y sólo las madres de los niños que nacen con Síndrome de Down pueden extender su licencia a 6 meses.

Frente a este contexto se enfrentaron Alejandro Nielsen y Florencia Di Croche cuando nació su primer hijo, Milo. Su estado de salud al nacer fue muy crítico y requirió estar internado casi cinco meses en la unidad de terapia intensiva (UTIP), primero en Mar Del Plata y luego en Buenos Aires.

Durante ese tiempo, Milo con síndrome genético en estudio, tenía dificultades para respirar y deglutir marcado por su bajo tono muscular y su mamá, decidida a acompañarlo en su evolución, no pudo volver a trabajar al tercer mes como cualquier madre.

Ella se quedó no sólo cuidándolo, sino también aprendiendo a asistirlo en sus apneas severas, a manejar una traqueostomía y a alimentarlo por una sonda, entre otras cuestiones, mientras que su papá no tuvo mayor opción que regresar a Necochea para seguir trabajando y mantener activa la obra social.

Hoy, viviendo los tres en nuestra ciudad, Milo ha logrado avances impensados, y se ha sobrepuesto a más de cinco presuntos diagnósticos, gracias a su fuerza de voluntad, al trabajo de los médic@s, enfermer@s y terapeutas, pero sobre todo gracias al amor de su familia.

Alejandro y Florencia decidieron seguir luchando, pero esta vez la batalla es para generar un cambio en el sistema de licencias por la maternidad y la paternidad con niños o niñas que nazcan con discapacidad o con cualquier patología compleja que requiera cuidados intensivos.

El pedido lo hicieron a través del sitio web Change.org.  Allí llevan más de 45.000 firmas para pedirle al Congreso de la Nación, a la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y al Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social que estos padres y madres tengan una licencia extendida de 6 meses.