A raíz de la crónica de Tsn Necochea contando la historia de lo que fue la Casa de los Caracoles en Quequén, a modo de homenaje a esos pobladores que dejaron su huella en los recuerdos populares, Paula Lerra se comunicó con nosotros para contarnos por qué la casa fue destruida.
“Hola mi nombre es Paula Lerra, tengo 55 años, mi papá, Ramón Lerra es hijo de Genarino, te agradecemos la nota sobre la casa de caracoles de mi abuelo, faltó nombrar a mi abuela René Caillavet, quien siempre me protestaba porque ella también juntaba los caracoles en la playa y era quien se los alcanzaba mientras estaba en la escalera” comenzó relatando Paula y aportando más datos a esa hermosa historia.
Según explicó, su abuelo, Don Genarino, vino de Italia con 5 años junto a su madre y dos hermanos pequeños.
“Mi bisabuelo vino un años antes sólo, para asentarse buscar trabajo y así traer a su familia. Después de 100 años su tataranieto, mi sobrino, fue el primero de esta línea generacional en pisar de nuevo suelo italiano” explicó Paula, remarcando con orgullo que el joven “tiene 19 juega al fútbol y firmó para Policonos hace unos días”.
El hijo de Don Genarino, es decir el papá de Paula, tiene hoy 81.
“No pudimos hacer nada por la casa. En cuanto falleció, (por su abuelo) la vaciaron esa misma noche. Y al cabo de los días sólo la destruyeron. Quisimos poner un cuidador que llevó varios elementos para arreglarla y quedarse ahí, pero esa misma noche le robaron todo… nosotros también lo lamentamos mucho” expresó Paula, como pidiendo, sin tener por qué, una disculpa que no le corresponde. Ni a ella ni a su familia.
La vida, el tiempo y los vándalos, que nunca faltan, se llevan a veces las cosas más preciadas, pero, sin embargo, no podrán llevarse nunca los recuerdos que nos pertenecen a todos, como la Casa de los Caracoles.
¡Gracias Paula por compartirnos ese pedacito de tu historia!!!