Las tardes en la esquina de 6 y 83, cuando el tiempo está bonito, se llenan de música y flores, aunque no sea temporada.
Si bien es una zona donde en los veranos abundan espectáculos y vendedores, este año el invierno también trajo compañía.
La violinista se instala regularmente en la puerta del cajero, munida de atril y banquito, y pasa horas llenando de música la cuadra.
Al lado, el florista, que desde hace un tiempo llega temprano con los baldes cargados de ramitos de estación. “Siempre algo se vende”, admite el caballero que se queda hasta que cae el sol, charlando con Eduardo que ya es el clásico cuidador de autos de la manzana.
Video:
Se ganan la vida, conviven, y alegran estos lares de la ciudad aprovechando la salida del cajero y las bondades de los que puedan colaborarles.
Personajes lindos que abundan en cada barrio, en cada esquina y que son parte del paisaje de nuestra querida ciudad.