Por Patricia Blanco
Es por el tramo internacional del dinero que movieron el ex secretario de Kirchner y sus testaferros para comprar propiedades. Ahora opinarán las querellas y los acusados si la investigación está completa
Es por el tramo internacional de la plata que movió Muñoz y sus testaferros para comprar propiedades. Ahora opinarán las querellas y los acusados si la investigación está completa. El juez Bonadio definirá si esta parte pasa a juicio oral
Los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo solicitaron hoy formalmente que pase a juicio oral la parte de los cuadernos que más plata logró detectar por el aporte de los “arrepentidos”: el que tiene que ver con el capítulo internacional del lavado de dinero de Daniel Muñoz, el fallecido ex secretario millonario de Néstor Kirchner que compró a través de sociedades y testaferros 16 propiedades en Estados Unidos -incluidos dos departamentos en el Hotel Plaza de Nueva York- y que buscó mover para no quedar expuesto cuando se destapó el escándalo de los Panamá Papers. Gran parte de ese dinero terminó invertido en un terreno de las paradisíacas islas Turk and Caicos, en el Caribe, pero el gobierno de Gran Bretaña es reticente a entregarlo.
Entre los 15 acusados para los que se pide juicio oral se encuentran Carolina Pochetti, la viuda de Muñoz, y su ex abogado defensor; el ex contador de los Kirchner, Víctor Manzanares; el ex secretario de Cristina Kirchner, Isidro Bounine, y el ex ministro de Hacienda de Santa Cruz, Juan Manuel Campillo, entre otros.
La investigación por el lavado de dinero de Muñoz y sus prestanombres sigue abierta para determinar cuánta plata movió en la Argentina, sobre todo después de las confesiones del arrepentido Manzanares. Sin embargo, el tramo internacional se entendió que estaba finalizado y por eso hace dos semanas el juez Claudio Bonadio giró el expediente a la fiscalía y las querellas para que analizaran el pedido de elevación del tema a juicio oral.
En ese marco es la presentación de más de 350 páginas de la fiscalía en la causa Muñoz, un expediente que fue abierto en 2013 por las afirmaciones de Miriam Quiroga, la ex secretaria de Néstor Kirchner que contó cómo Muñoz movía bolsos con plata por la Casa Rosada. El juez Luis Rodríguez cerró la causa en 2015.
Pero en 2016, los “Panamá Papers” registraron cuentas en off shore en el exterior ligadas a Muñoz y provocaron que la Unidad de Información Financiera reportara la compra y venta de una quincena de propiedades en Estados Unidos a través de presuntos testaferros. Así, Muñoz se convirtió en una pieza central en el caso de los cuadernos y el dinero que habrían recibido los Kirchner.
Y el caso por el capítulo de Muñoz pasó a la órbita de Bonadio, luego de la decisión de la Cámara Federal de apartar del expediente al juez Rodríguez que -según la fiscalía y las querellas- no había ordenado rápidamente el embargo de las propiedades detectadas. Como “arrepentida”, la viuda de Muñoz aseguró que su marido le confió que se le había pagado al juez una coima para garantizarse impunidad. “Mi marido les pagó a Plo (Miguel Ángel, abogado de Muñoz y Pochetti) y al juez Rodríguez una suma importante de dinero. Me dijo que le había pagado 10 millones de dólares, para arreglar al juez y a los abogados para que ellos me defiendan”, dijo.
El 8 de febrero, Bonadio procesó a Carolina Pochetti, Elizabeth Ortiz Municoy, Sergio Todisco, Carlos Cortes, Carlos Adolfo Gellert, Víctor Manzanares, Juan Manuel Campillo y su sobrino, junto a Marcelo Danza, Sergio Dorf y los hermanos Leonardo y Rubén Llaneza. A la lista se añade el ex abogado de Pochetti Miguel Plo, su hija y su cuñado, Federico Zupich; además de Isidro Bounine, el ex secretario de Cristina Kirchner.
En abril, la sala 1 de la Cámara Federal confirmó la mayoría de los procesamientos por lavado de dinero agravado por haber sido cometido en el marco de un organización delictiva. Se cree que ese dinero venía de la recaudación investigada en el caso de los cuadernos. El sobrino de Campillo, en tanto, quedó sobreseído.