El gobierno nacional dispuso esta semana la desregulación del sistema de gas envasado y pronto se empezaron a ver los efectos sobre el precio de venta al público, con valores en ascenso que comienzan a preocupar y mucho a los sectores de menos recursos.
Al día siguiente ya se vieron nuevos precios en pizarra de los comercios que se dedican y contemplan entre sus productos las garrafas de pequeño tamaño, que cotizaban hasta el último fin de semana en 7.520 pesos como piso, ya que varía según comercio.
La sorpresa fue grande porque ya al día siguiente había aumentado casi 25% sobre el cierre de la semana y con apenas tres jornadas de precios liberados, se pedía por una garrafa de 10 kilos 12.500 pesos y hasta 13.000.
Quienes requieren de este combustible para calefacción y cocina, más aún en estos días de alta demanda por las muy bajas temperaturas que se están dando, es un nuevo y contundente golpe al bolsillo. Las familias que no cuentan con el servicio de gas natural consumen más de una garrafa por semana en el invierno lo que implica con costo mensual que supera los 50 mil pesos.