Desde la Comisión de la Pastoral Social exigieron que el gobierno declare la ley de Emergencia Alimentaria “ante el severo aumento de la indigencia, la pobreza, la desocupación y el aumento indiscriminado del precio de los alimentos de la canasta básica”. El reclamo ya había sido instalado por los movimientos sociales que realizaron una gran movilización.
Luego de la masiva marcha de los movimientos sociales que reclamaron la sanción de la Emergencia Alimentaria en todo el país, ahora la propia Iglesia Católica alentó a que el gobierno tome verdaderas cartas sobre una situación agobiante de “hambre, “desocupación” y “pobreza”.
El fuerte pronunciamiento se da tras el encuentro que mantuvo el presidente Macri con la conducción del Episcopado, a manos del obispo Oscar Ojea. Mientras tanto, la crisis no da tregua: el dólar sigue subiendo y el índice de riesgo país, aumenta.
En tanto, el gobierno prepara una renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional que para algunos especialistas financieros, ya significa una virtual declaración de default.
“Ante el severo aumento de la indigencia, la pobreza, la desocupación y el aumento indiscriminado del precio de los alimentos de la canasta básica, nos encontramos en una situación de emergencia alimentaria y nutricional, que afecta esencialmente a los más vulnerables, en especial a los pequeños”, expresaron desde la Comisión de Pastoral Social, a cargo del obispo Jorge Lugones.
Las señales de que la Iglesia se muestra realmente preocupada por la realidad social ya se habían dejado entrever durante la Semana Social realizada en Mar del Plata en junio pasado. Allí los obispos resaltaron la creciente desigualdad en el país y de cómo la crisis económica actual estaba empujando a cada vez más población hacia la pobreza.