Un departamento en Caballito, una casa en Lanús, una camioneta 4×4 y cinco terrenos en la localidad de Esteban Echeverría valuados actualmente en 250.000 dólares: ese es el patrimonio declarado por Adrián Francisco Brulc (49), comisario mayor de la Policía Bonaerense, detenido en las últimas horas acusado del delito de lavado de activos con una causa a cargo del juez federal Federico Villena.

Tras una investigación iniciada por la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad a cargo de Guillermo Berra, a mediados 2017, se pudieron establecer incompatibilidades entre los ingresos reportados por el uniformado y los bienes que ostentaba.

 

Según aseguraron a Infobae fuentes cercanas a la investigación, la principal sospecha es que el dinero para obtener semejante patrimonio habría venido principalmente del narcotráfico y no solo del sueldo de 40.000 pesos que ganaba todos los meses como jefe policial, con un neto anual de 480 mil pesos que figura en su declaración jurada. “Tras ver lo que tenía cuando se empieza a investigar, descubrimos que no le daba razonable la declaración. Sus ingresos como comisario no se condecían con lo que declaró“, dijo la fuente.

Todo comenzó después de que Asuntos Internos “comenzó a peinar las declaraciones juradas de todos los oficiales de alto rango”, asegura el investigador.

Se trata de un requisito que tienen que cumplir los efectivos de cierta jerarquía tras una resolución firmada por el ministro Cristian Ritondo. Fue en ese momento que “a Brulc le saltó la alerta roja” y se comenzó a profundizar la investigación hasta el punto de detectar que el jefe policial era en realidad un acaudalado hombre de negocios “con cuentas bancarias abultadas que no se condecían con su actividad en la fuerza”.

 

Otro dato que llamó la atención fue la valoración de sus propiedades declaradas, ya que entre una declaración y otra aumentó inexplicablemente.

Según los investigadores, el comisario era socio gerente de Logísticos del Lago, una empresa que funcionaba en uno de los terrenos de su propiedad y que se dedica a albergar camiones de gran tamaño y maquinaria. 

 

De acuerdo con las fuentes, Brulc ingresó a la compañía con un capital inicial de 100.00 pesos y ahí empezó a crecer. “Son todas actividades y dinero que no se condicen con lo que gana como policía. El único ingreso que reportó fue el de su sueldo. Usualmente este tipo de actividades de transporte y logística son fácilmente vinculables al narcotráfico y la sospecha va en ese sentido, aunque todo es materia de investigación”, agregó la fuente. Dos de sus cuatro socios en ese negocio también fueron detenidos en la causa.

Con los elementos recabados, Asuntos Internos le inició un sumario por enriquecimiento ilícito y ante la sospecha de que se trataba de un delito aún mayor, se le dio intervención al juez Federico Villena, la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

 

Al momento del comienzo de la investigación, el comisario se desempeñaba como jefe de la Departamental de Almirante Brown, pero al filtrase que estaba en la mira, decidieron trasladarlo a Lanús para sentarlo detrás de un escritorio y que cumpliera tareas de numerario hasta que el escándalo estallara.