Las cifras corresponden al año pasado y surgieron de la cantidad de accidentes registrados por el Ministerio de Transporte de la Nación multiplicado por el costo individual promedio de cada siniestro.

Más de 2.400 millones de dólares les costó a los argentinos la siniestralidad vial durante el año pasado, según cifras reveladas por la Dirección Nacional de Observatorio Vial del Ministerio de Transporte de la Nación en la versión preliminar del Anuario Estadístico de Siniestralidad Vial de 2018. El costo total incluye factores humanos, vehiculares, legales y sanitarios.

De acuerdo al mencionado informe, el año pasado unas “5.472 personas” murieron en las rutas y asociaciones como “Luchemos por la Vida” brindó cifras aún mayores año a año con un promedio de 7 mil pérdidas humanas.

La inseguridad vial es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “una verdadera epidemia” y un tema al que se le da poca importancia es el costo que esa siniestralidad ocasiona directa o indirectamente en el bolsillo de los argentinos.

El problema podría solucionarse con una “mayor prevención y más control”, ya que no sólo habría menos muertos si no que a su vez se podrían ahorrar millones de dólares al año.

A partir de un relevamiento del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV) sobre los registros policiales de todo el país, de salud pública de todas las provincias y de las compañías de seguro se estableció que “el costo promedio de gasto por cada accidente grave es de 37 mil dólares. Oficialmente fueron 7.446 heridos graves, esto resulta cerca de 300 millones de dólares”.

Asimismo, siempre leyendo los datos aportados por el Ministerio de Transporte de la Nación, el año pasado hubo “45.618 heridos leves que en promedio, se calcula, les costaron a los argentinos alrededor de 20 mil dólares, lo que totaliza 900 millones de dólares”.

La situación se agrava debido a que el oficial es un “informe preliminar”, ya que algunas provincias no aportaron datos de heridos, como Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, que por proporción y volumen de habitantes son determinantes.

Así las cosas, el cálculo final es por lo menos el doble de lo estimado por los datos oficiales: un promedio de “2.400 millones de dólares” de gasto en siniestros.