La Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas) pidió que se anteponga la “deuda social” y el crecimiento de la economía antes de “hacer frente a los compromisos de la deuda” externa, y consideró “imprescindible” que se implemente un modelo “basado en la producción y en la economía social”.
Así lo afirmó la comisión episcopal, que encabeza el obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, en un comunicado titulado “La deuda externa y las deudas sociales”.
El pronunciamiento del organismo del Episcopado se conoce días después de que el presidente Alberto Fernández le pidiera a los empresarios, sindicalistas y movimientos sociales su apoyo para encarar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Hoy vuelve a plantearse en nuestro país el dilema de pagar sobre el hambre y la miseria de millones de compatriotas o buscar un camino que, sin dejar de honrar las deudas, anteponga el crecimiento de la economía, el equilibrio de las cuentas públicas y la atención de los más necesitados antes de hacer frente a los compromisos de la deuda”, señala el comunicado.
“La deuda social es la gran deuda de los argentinos, no se trata solamente de un problema económico o estadístico. Detrás de las estadísticas hay rostros e historias de sufrimiento y lucha por sobrevivir. Es principalmente un problema ético que nos afecta en nuestra dignidad más esencial”, agrega el texto de dos carillas, que incluye citas del san Juan Pablo II y el papa Francisco.
Además, habla de la necesidad de “un modelo basado en la producción y en la economía social, como condiciones imprescindibles para una economía con rostro humano que, a partir de saldar la deuda social, pueda honrar sus compromisos con la deuda externa privilegiando la protección de los más vulnerables”.
“Deseamos que al abordar el tema de la deuda externa, nuestra Patria se asuma como protagonista de su propia suerte para definir el propio desarrollo cultural, civil, social y económico, de modo de poder construir y afianzar un modelo que tenga como eje central la producción y el trabajo”, expresa el texto de la comisión que preside Lugones.
Al recordar un documento de la Comisión Pontificia de Justicia y Paz, la Pastoral Social reafirma que “el servicio de la deuda no puede ser satisfecho al precio de una asfixia de la economía de un país”.
En el texto, se advierte asimismo que “el endeudamiento ha sido utilizado por los organismos internacionales para imponer un modelo económico y cultural que ha incrementado la pobreza, el desempleo y la desigualdad social, al mismo tiempo que ha contribuido a la explotación y el abuso de nuestra casa común”.
Por último, desde la Pastoral Social instan a que “se profundicen acciones que se sustenten en la ética de la solidaridad, de la educación y el diálogo social, anteponiendo el encuentro sectorial, el trabajo argentino, la dignidad de las familias y el crecimiento económico”.