Cammesa, la administradora estatal del mercado eléctrico, amenaza a las distribuidoras de Chaco y de Villa Gesell con cortarles el suministro si no se ponen al día con la millonaria deuda que mantienen por no haber girado los fondos para pagarles a las generadoras. Según publica el diario La Nación, Necochea es parte también de la lista de deudores y ocupa el quinto lugar en la provincia de Buenos Aires, con más de 66 millones de peses de deuda.
Hasta ahora, esa cuenta la cubre parcialmente el gobierno nacional. Sin embargo, para cuidar la caja en un contexto de austeridad presupuestaria, activó los mecanismos para achicar en los próximos días el suministro de luz a los dos distritos más endeudados. Si eso ocurre, las autoridades deberán tomar medidas para disminuir su consumo, por ejemplo, mediante la disminución del alumbrado público, y que las restricciones no afecten a los hogares.
Cammesa, la compañía administradora del mercado eléctrico, es una empresa mixta integrada por los actores del sector, pero conducida por el Gobierno. Entre sus tareas figuran la organización del despacho, el cobro a las distribuidoras (como Edenor y Edesur) y el pago a las denominadas generadoras, como Yacyretá, Costanera y Central Puerto, entre muchas otras, que son las encargadas de producir la electricidad.
En total, las distribuidoras deben $36.500 millones. De ese monto, una parte ya se renegoció, pero otros $19.500 millones se acumularon en los últimos tres años. Es la parte que el Gobierno busca cobrar de inmediato.
Por la deuda de las distribuidoras, Cammesa les comunicó a las generadoras que solo les pagará el 80% de la transacción de diciembre. Secheep es la distribuidora de Chaco, que depende de la gobernación de Domingo Peppo, un justicialista cercano al exjefe de Gabinete kirchnerista Jorge Capitanich, ahora intendente de Resistencia. Le debe al sistema casi $5000 millones, cifra que sumó en nueve meses.
Un caso similar al de Chaco ocurrió con EPEC, la distribuidora de Córdoba. La empresa le debía a Cammesa unos $3800 millones. Entre intimaciones y negociaciones, pagó $3500 millones y saldó la molestia del Gobierno por ese tema.
Aunque ningún gobernador lo dirá abiertamente, las provincias suelen utilizar fondos recaudados a través de la factura de electricidad para atender necesidades fiscales que no tienen que ver con el servicio. Es el motivo principal por el que se acumula una deuda con el sistema que, por caso, no tienen hoy empresas privadas como Edenor y Edesur.
El Gobierno también jugará fuerte para cobrar la deuda que la distribuidora de Villa Gesell tiene con el sistema eléctrico. El 26 de febrero Cairella le envió una nota al secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, para informarle que procederá a aplicar cortes a la Cooperativa Eléctrica, de Crédito y Vivienda y Otros Servicios (Cevige), de ese partido turístico, por falta de pago. La empresa también presta el servicio en Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul. En la práctica, ya se cumplió el plazo previsto.
Según la nota que llegó al escritorio de Lopetegui, la deuda de la empresa con el sistema eléctrico equivale a 13 meses de ventas y alcanzaba los $275,56 millones hasta el 11 del mes pasado. Eso le valió que le pusieran la etiqueta de “moroso crónico”. Se le reducirá el 10% de su demanda mensual en el área bajo concesión, “considerando su consumo histórico”.