Como todos los años por esta época, los cerezos del Jardín Japonés terminaron su etapa de floración y una gran mancha rosa puede descubrirse en el corazón del parque Miguel Lillo.

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En el video difundido por la Secretaría de Turismo, se aprecia desde el dron la belleza de este espacio natural que se creó en 1971.

Ese año, un 23 de noviembre, llegaron a nuestra ciudad 115 cerezos y 25 durazneros, producto de un hermanamiento con la ciudad de Kanazawa, Japón.

“Un paseo por este lugar único, es un viaje a la tranquilidad” recomiendan desde el área municipal para aprovechar en estas tardes de primavera.