Los vendedores ambulantes son parte de la postal de cada verano en las playas de nuestra ciudad. Agua caliente, helados, gaseosas, choclos, panchos y todo lo que uno puede necesitar para no interrumpir el descanso en la arena.

Un oficio que, al parecer lleva ya muchas décadas y que fue mutando acorde a los tiempos. En esta foto, publicada por el Archivo General de la Nación Argentina, se recuerda a un italiano, de 50 años, que tuvo la original idea de llevar su vaca a la playa para vender allí la leche recién ordeñada.

La publicación señala que la instantánea fue tomada en la zona de Las Grutas y se ve una fila de “veraneantes” con los trajes de baño de entonces, haciendo fila para poder adquirir el producto.