Mauricio Macri no está dispuesto a cambiar sus planes. Ya había ratificado su candidatura semanas atrás, incluso luego de escuchar del sociólogo Roberto Zapata, coequiper del ecuatoriano Jaime Durán Barba, que le va a costar más de lo previsto recuperar la confianza de la gente.

Pero el Presidente lo volvió a dejar en claro este lunes, en su primera aparición en Casa Rosada luego de que una encuesta de Isonomía, una de las consultoras favoritas del Gobierno, lo diera abajo de Cristina Kirchner por 9 puntos en un eventual balotaje.

Acaso advertido de que tras la difusión de ese sondeo surgieron versiones respecto a que podría reflotarse la posibilidad del “Plan V”, aquel que implica su renuncia al intento de ir por reelección y la “bendición” a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; el jefe de Estado no esperó que los empresarios a los que recibió en Balcarce 50 le preguntaran; y si bien apuntó que “falta mucho por las elecciones”, no sólo ratificó su postulación sino que se mostró confiado de que ganará la contienda: “Estoy convencido que voy a ganar las elecciones”, les dijo.

Aunque no habló puntualmente de Cristina Kirchner, según protagonistas del encuentro, el mandatario pronosticó que se impondrá “52 a 48” en el balotaje.

El mensaje tuvo como objetivo intentar transmitir tranquilidad de cara a un escenario electoral polarizado. Es que el Presidente es consciente -como planteó el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne en la conferencia de prensa que dio este mediodía- que “la incertidumbre política” tiene su efecto en la economía.

La devolución que recibió fue amistosa. Hasta de los supermercadistas, sector que se desayunó este lunes con la publicación en el Boletín Oficial de la nueva ley de Lealtad Comercial, que prevé multas más severas -de hasta 200 millones de pesos y clausura de 30 días- para quienes la incumplen.

“Nuestro objetivo es ayudar en este momento”, expresó Rami Batieh, presidente de Carrefour Argentina.

Del rubro también estuvieron Agustín Beccar Varela de Walmart; Joaquín Santa Coloma (Cencosud), y Federico Braun (La Anónima). “No se habló del DNU”, aclaró Martín Cabrales, vicepresidente de Café Cabrales y uno de los que dialogó con la prensa a la salida de Casa Rosada.

El planteo general que los ejecutivos le hicieron a Macri fue hacia adelante: se mostraron expectantes de que se reactive el consumo interno y que finalmente pueda controlar la inflación. “La inflación se controla no emitiendo y bajando el gasto. Y creo que el Gobierno está en esa sintonía”, reforzó Cabrales.

 

Al encuentro con los empresarios, Macri había llegado con el discurso aceitado luego de una reunión de Gabinete en la que estuvo sobre la mesa la polémica que suscitó su decisión de anunciar el paquete de medidas a través de un video “casero” grabado durante una visita a una vecina de Colegiales. 

“Hice más de 300 visitas y me pareció lo mejor hacerlo ahí”, explicó a sus ministros. Y les recomendó leer una nota que Julián Gallo, asesor de comunicación de la Jefatura de Gabinete, escribió la semana pasada en Infobae.

En el texto, el especialista respaldó la decisión de no montar un acto tradicional, al indicar -entre otras cosas- que “tal vez lo que la gente espera es que los presidentes se comporten como los seres humanos que son y hablen directamente”.

El Presidente no sólo habló de comunicación y redes: avisó a sus ministros que finalmente el miércoles viajará a Santa Fe para apoyar al candidato de Cambiemos a la gobernación, el radical José Corral, de cara  a la elección del próximo domingo.