Con el objetivo de afinar la estrategia electoral de Cambiemos en el Conurbano, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal compartirán un asado en la quinta de Olivos junto a los “sin tierra”, el grupo de dirigentes que competirá en territorios de la provincia de Buenos Aires gobernados por el peronismo. En el Gobierno creen que será una suerte de bendición del Presidente para que los candidatos de cada uno de los 66 municipios en la mira “tengan visibilidad”. Macri necesita que le traccionen los votos para achicar la brecha con Cristina Kirchner.
“La idea es mantener el resultado de 2017 en las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) y salir a conquistar votantes entre septiembre y octubre”, le confió a Infobae uno de los referentes de la “mesa chica” provincial.
En una campaña que estará contextualizada por la crisis económica y la situación judicial de Cristina Kirchner -en Cambiemos dan por sentado que participa-, Macri y Vidal sostendrán ante su tropa la consigna de igualar el resultado de las legislativas de hace dos años. Es decir, que el piso sean los números de 2017. En aquellas elecciones la figura de la gobernadora había sido clave para polarizar con CFK y potenciar a los candidatos del oficialismo Esteban Bullrich y Gladys González.
En esta ocasión, Vidal tendrá que poner el cuerpo y su imagen positiva tanto para traccionar a Macri como para aspirar a su propia reelección. En La Plata el temor latente se centra en la posibilidad de perder la provincia de Buenos Aires en manos de un candidato impulsado por la ex Presidente.
Las encuestas que manejan en el gabinete bonaerense marcan una diferencia de 5 puntos en favor de Cristina Kirchner. Al no haber ballotage en el distrito, una derrota de Vidal -por más mínima que sea- significaría el fin de su gobernación y anticiparía un escenario complicado para Macri.
Para delinear cómo afrontar el panorama electoral, los “sin tierra” participarán del asado en la quinta presidencial junto a Macri y Vidal. En Olivos analizarán trabajos de consultoría realizados en cada una de las intendencias donde no gobierna el oficialismo y comenzarán a articular una campaña unificada entre los gobiernos nacional, provincial y porteño.
En concreto el plan de reelección del macrismo contempla la búsqueda de 700 mil votos distribuidos en 66 municipios del Conurbano hostiles a Cambiemos para achicar la brecha de 5 puntos con CFK.
El almuerzo en la quinta de Olivos servirá también como arenga para aquellos dirigentes que empezaron a ver de reojo la práctica de los timbreos ya que el objetivo de cara a octubre es “salir a conquistar a los desencantados” por la crisis económica.
A diferencia de 2017, la cruda situación genera el mal humor social que perciben hoy los militantes de Cambiemos en los puerta a puerta con los vecinos.
A la espera de oficializar a los candidatos que irán por cada una de las 66 intendencias, hay varios municipios donde ya se sabe quiénes participarán: Alejandro Finocchiaro en La Matanza; Gladys González en Avellaneda; Lucas Delfino en Hurlingham; Jesús Cariglino en Malvinas Argentinas; Aníbal Asseff en Moreno; Ezequiel Pazos Verni en José C. Paz; Segundo Cernadas en Tigre; Agustina Ciarletta en San Fernando; Santiago López Medrano en San Martín; Evert Van Tooren en Esteban Echeverría; Pablo Alaniz en Florencio Varela; Carlos Regazzoni por Almirante Brown; Santiago Mac Goey en Cañuelas; Guido Giana en Presidente Perón.
Desde concejales hasta ministros nacionales y provinciales como Finocchiaro y López Medrano componen la tropa de Cambiemos de los “sin tierra” que intentarán aportarles votos a Macri y a Vidal.
En Cambiemos consideran que Avellaneda, Moreno, Malvinas y Hurlingham son intendencias “ganables”. Así lo expresó una fuente que trabaja en el armado territorial, tras admitir la dificultad que representan municipios como La Matanza, Florencio Varela, José C. Paz, marcados por la presencia histórica del peronismo. En esos distritos, el macrismo desiste del triunfo y se centra en cosechar la mayor cantidad de votos.
Del almuerzo participarán el jefe de Gabinete provincial Federico Salvai, el ministro de Gobierno Joaquín de la Torre, y el subsecretario de Asuntos Municipales Alex Campbell.
El sábado pasado, en otro asado compartido por dirigentes de Cambiemos, se confirmó la inclusión de Jorge Triaca como armador territorial en el Conurbano. Tras su salida del gabinete nacional, Macri le encomendó al ex ministro de Trabajo ser “la rueda de auxilio” de Vidal en la provincia de Buenos Aires.
A Triaca se le asignó la tarea de “coordinar y contener” a los “sin tierra” en diez intendencias del norte y oeste del Conurbano. Cerca del ex ministro afirmaron: “Se está produciendo un armado territorial para colaborar desde lo político a Vidal para recuperar intendencias donde el peronismo no hace buena gestión”.