Una caravana de unos 100 vehículos con propietarios no residentes partió desde Bahía Blanca a Monte Hermoso con la intención de volver a ocupar su segundo domicilio, 170 días después del comienzo de la cuarentena y a la fuerza, ya que el intendente Alejanro Dichiara no permitió el acceso.
El enojo de los propietarios es puntual con el intendente. Por eso amenazaron que iban “a entrar sí o sí, no nos van a poder parar”, según consignó el portal bahiense La Brújula 24. Dichiara montó un fuerte operativo para evitarlo, con un retén que incluyó un vallado sobre la ruta 78 y un camión municipal sobre la banquina.
La caravana llegó alrededor de las 15:00 hasta el corte, donde se vivió un clima tenso. Luego de varias discusiones, la orden del intendente Dichiara fue dejar pasar a una comitiva de 10 autos, para mantener una reunión con el secretario de Gobierno Hernán Arranz, y el secretario de Legal y Técnica, Mariano Prieto.
Durante el encuentro, les informaron a los propietarios no residentes que el Municipio pondrá a disposición un teléfono para solicitar turnos de ingreso y poder ocupar su segundo domicilio, en Monte Hermoso, a partir del 21 de septiembre próximo, como iba a ser en un primer momento.
Alejandro Dichiara había manifestado por la mañana su preocupación por la caravana, y les indicó a los vecinos de Bahía Blanca con propiedad en Monte Hermoso que “el enemigo es la pandemia, no somos nosotros”, en una entrevista con La Brújula 24. Desde que comenzó el aislamiento obligatorio por la pandemia de coronavirus, el intendente no permite a ningún no residente el ingreso a la ciudad.
Esto le generó un conflicto con los vecinos de Bahía Blanca y de localidades cercanas, que son propietarios de un domicilio en Monte Hermoso y quisieron ir a pasar la cuarentena allí, pero no pudieron. Además, en los últimos días el tema de las usurpaciones duplicó la preocupación de los propietarios, que temen que les ocupen las casas deshabitadas.
Dichiara intentó calmar las aguas y aclaró que no existe tal “ola de usurpaciones”, y que se trata de un tema que intenta instalar la oposición para desestabilizar al Gobierno.
El temor del intendente es que llegue un brote de coronavirus que la ciudad no pueda contener. En Bahía Blanca hay circulación comunitaria del virus, y la ocupación de camas va en aumento. En Monte Hermoso, una ciudad que fuera de la temporada de verano tiene apenas 10.000 habitantes, no hay camas de terapia intensiva ni respiradores, por lo que un pequeño brote obligaría a derivar pacientes y tornaría muy difícil la situación.