En 2023, se registró la mayor cantidad de casos de personas con dengue en América: de los 46 países y territorios que notifican, 43 tuvieron casos de dengue, y en ellos se reportaron 4.150.724 contagios confirmados desde enero pasado, según publicó la semana pasada la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Esto significa el mayor número de casos en un año que se haya registrado desde 1980. Del total de casos, 6.622 se reportaron como graves. Se informaron 2.025 muertes por dengue. Así, durante más de cuatro décadas, la enfermedad fue creciendo en su impacto en más países, con más casos y más muertes. En 1990 fueron tan solo 27 países con 158.000 enfermos por dengue en un año. Este año, como se mencionó, son más de 4.1 millones.
“Este año es el año en el que hemos visto más dengue en la historia”, explicó la doctora Thais dos Santos, asesora en vigilancia y control de enfermedades arbovirales de la OPS y señaló que las enfermedades transmitidas por vectores, especialmente las transmitidas por mosquitos “proporcionan un muy buen centinela de lo que está sucediendo con el cambio climático”.
El saneamiento deficiente y la falta de sistemas de salud sólidos han contribuido a un aumento de los casos, pero los expertos dicen que las sequías y las inundaciones relacionadas con el cambio climático están provocando una mayor transmisión del virus, y el agua almacenada y las fuertes lluvias atraen a los mosquitos.
A principios de noviembre la OMS había notificado más de 4.5 millones de casos de dengue en todo el mundo y más de 4.000 muertes en 80 países. “El dengue es algo que preocupa cada vez más a las Américas, pero ahora es casi un fenómeno global”, afirmó el doctor Jeremy Farrar, científico jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El caso argentino
El cambio climático afecta al mundo y Argentina no es la excepción, con un impacto en la propagación del dengue. Así, el epidemiólogo e infectólogo cordobés Hugo Pizzi explicó: “Los libros nuestros dicen que el riesgo de todas las patologías de estas características terminaba en el paralelo 42, el paralelo que cruza Río Negro y Neuquén. Hoy en día, esa región geográfica tiene más de 40 grados de temperatura. Ya cruzaron esa línea las vinchucas, y ya pasaron los mosquitos, cosa que antes jamás sucedía. Creo que Santa Cruz es la única que puede estar indemne desde el punto de vista meteorológico”.
“La advertencia que tuvimos desde el punto de la meteorología y de las predicciones epidemiológicas es que este iba a ser un verano muy complicado, por la sequía, por las inundaciones, por los fenómenos meteorológicos, por el calor, iba a ser realmente muy complicado”, reconoció.
En esta línea, el médico infectólogo del Hospital Pirovano e integrante de la Sociedad Argentina de Infectología Ricardo Teijeiro, analizó: “Obvio que en las temporadas de mayor humedad hay mayor propagación y desarrollo del mosquito. Siempre hay que tener en cuenta que tiene que haber enfermos para que el mosquito los pique, y después pique a un sano para transmitir la enfermedad. Pero sí, hay mucha propagación. Y el cambio climático también ayuda mucho, porque fíjense que el verano va siendo más caluroso, se va extendiendo, tenemos menos invierno. Tenemos más humedad, más lluvias. Y eso favorece mucho el desarrollo del mosquito. Tal es así, que hay zonas donde el aedes aegypti nunca se había desarrollado, como en Europa, y ya hay invasión de estos mosquitos en Protugal, Francia, España y otros países de ese continente”.
Prevención
“Tenemos que recordar que hoy ya tenemos disponible una vacuna contra el dengue, que no está en el sector público, sí en el sector privado, pero tiene cierta accesibilidad a la gente”, marcó Teijeiro.
Sin embargo, los costos de esta vacuna hacen que la prevención y los cuidados sean las medidas más accesibles para el público en general, como la limpieza dentro y fuera de las casas y, en especial, la eliminación de las aguas estancadas o acumuladas, entre otras.
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