Inspectores municipales se hicieron presentes en la confitería ubicada en la esquina de 64 y 61 para verificar la distancia entre las mesas y controlar las medidas de prevención contra el Covid-19.

 Allí encontraron que uno de los mozos estaba atendiendo clientes sin barbijo.

Esto generó un intercambio de palabras que continuó con un intento de agresión, más específicamente, un intento de golpe de puño por parte del mozo, que derivó en un forcejeo.

Minutos después la calma llegó ante la presencia de la Policía, que terminó aprehendiendo al trabajador gastronómico.

Asimismo, la Municipalidad clausuró la conocida confitería.