Un médico argentino compartió esta semana en sus redes un inédito mensaje que recibió de parte de un paciente antivacunas que no solo le pedía ayuda para asistir el estado de salud de su hermana, sino que también le pedía disculpas por haberla influido para que no se vacunara contra el coronavirus. La mujer tiene 53 años y hace varios días que está intubada en estado crítico.
“Mi hermana no está evolucionando bien. Los médicos dicen que el oxígeno es muy bajo aun con el respirador y dada vuelta. Me siento muy culpable por haberle dicho que no se vacune. ¿Si le doy ya una vacuna la ayudará? Doctor, no quiero que se muera mi hermana. Fui un boludo, pero necesito que me ayuden. ¡Por Dios!”, reza el mensaje que publicó Mario Fitz Maurice, jefe de arritmias del porteño Hospital Rivadavia, en su cuenta de Twitter.
Fitz Maurice, que también es director del Instituto Nacional de Arritmias (INADEA), decidió hacer público el mensaje para demostrar la importancia de inocularse contra el virus de la Covid-19.
“Vos podés tomar con vos la decisión que quieras, el tema es cuando influís sin ningún tipo de conocimiento y sin ningún tipo de derecho sobre otra persona, y tratas de inducirla a que haga algo que por ahí no quería, y como está en duda se inclina para un lado que no se tenía que inclinar, que fue lo que pasó”, aseguró el médico en diálogo con Radio con Vos.
“Es una señora de 53 años que podía haber estado vacunada y fue inducida a no vacunarse porque ‘es un experimento ‘, y con eso está la realidad que tenemos: el 65%, 70% de los internados con requerimiento de oxígeno o complicados en las unidades de cuidados críticos, son todas personas no vacunadas o con vacunación incompleta hace mucho“, agregó el profesional de la salud al mismo medio.
En declaraciones brindadas a Radio Mitre, Fitz Maurice analizó: “Esta negación a las vacunas tiene que ver, inicialmente, con ignorancia, hecho que ocurrió en la primera oleada; luego llegó de parte de gente que se opone a todo, no importa cuál sea la evidencia, y ese porcentaje de gente existe en la mayoría de los países”.
En este sentido, afirmó que “por suerte, en la Argentina, no fueron demasiados porque la gran mayoría de la población aceptó las vacunas. Aunque esa pequeña minoría es ruidosa, y quiere llegar a sobresalir yendo en contra de las mayorías”.