En plena temporada, en los cementerios Mar del Plata unos 20 cadáveres se encuentran acumulados en depósitos a la espera de ser cremados o depositados en los nichos, servicios que se encuentran paralizados desde el inicio del conflicto municipal que desató la medida de fuerza.
Según pudo saber, en la mayoría de los casos, ante la pérdida de un ser querido los familiares se ven imposibilitados de completar el proceso para despedir sus restos. Aquellos cuerpos que no son enterrados terminan siendo derivados momentáneamente a los depósitos de los cementerios de La Loma y Parque, ambos sin sistema de refrigeración.
En el cementerio de Alem y Paso las guardias mínimas funcionan y solo se cumplen los servicios directos al guardar cuerpos en bóvedas, con la asistencia del personal de funerarias. Pero no se trabaja en los nichos ni panteones y por varios días, con previo aviso a las familias, se guardan los cadáveres en el depósito de reducida capacidad siempre y cuando los ataúdes cuenten con estructura metálica para evitar la putrefacción.
Sin embargo no se realizan traslados y como este cementerio no cuenta con crematorio, las cenizas obtenidas de este proceso desarrollado en el cementerio Parque también quedan retenidas, con previo aviso a la familia.
Personal del cementerio confió a este medio que “en el caso de personas de bajos recursos o situaciones particulares, por una cuestión humana se realiza todo el proceso normalmente”, como ocurrió tras la tragedia en Punta Mogotes: los empleados se pusieron “a total disposición de los familiares” de las víctimas haciendo a un lado el conflicto y guardaron los restos de la mujer y su pequeña hija, juntos, en un mismo nicho.
Diferente fue la situación que se vivió también en medio del conflicto tras el crimen de Juan Manuel Santurián, uno de los propietarios de la empresa Manolo, quien al ser trasladado al cementerio de La Loma, el personal fue “presionado” por funcionarios del Ejecutivo para que interrumpieran la medida de fuerza. No obstante, fueron dos funcionarios -el presidente del Emsur, Eduardo Leitao, y el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente- quienes terminaron guardando con sus manos los restos de Santurián en el panteón de la comunidad española.
Por otro lado, en el cementerio Parque situado sobre la avenida Antártida Argentina, los entierros se realizan igualmente debido a que los cajones no tienen estructura metálica y si se los enviara a depósito, los restos se pudrirían rápidamente.
El crematorio no está funcionando para casos particulares debido a la misma retención de tareas. Solo se utiliza para incinerar los restos de personas fallecidas derivadas por el Estado, a través de Desarrollo Social o bien desde el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) o el Materno Infantil.
En el cementerio Parque, debido a la falta de cremación de aquellos cuerpos enterrados después de un largo período, el personal que cumple guardias mínimas debe alejarse de la zona central de entierro y buscar lugares para depositar los restos de personas recientemente fallecidas, debido a que en buena parte de los espacios yacen otros cadáveres bajo tierra cuya incineración se encuentra demorada por la medida de fuerza.