El papa Francisco instó hoy a “no dejarse engañar por los cantos de sirena del populismo” ni por los “falsos mesías, que proclaman recetas útiles sólo para aumentar la riqueza de unos pocos, condenando a los pobres a la marginación”.
El Sumo Pontífice indicó que la mejor respuesta es “construir un mundo más fraterno”, al encabezar la misa celebrada en la basílica de San Pedro con motivo de la VI Jornada Mundial de los Pobres.
“No nos dejemos seducir por los cantos de sirena del populismo, que instrumentaliza las necesidades del pueblo proponiendo soluciones demasiado fáciles y apresuradas. No sigamos a los falsos ´mesías´ que, en nombre del beneficio, proclaman recetas útiles sólo para aumentar la riqueza de unos pocos, condenando a los pobres a la marginación”, advirtió.
Francisco, que al término de la misa ofreció un almuerzo en el Aula Pablo VI del Vaticano a 1.300 necesitados, muchos de ellos presentes en la misa, aseguró en la homilía que la mejor respuesta es “construir un mundo más fraterno” rompiendo “esa sordera interior que nos impide escuchar el grito sofocado de dolor de los más débiles”.
“Vivimos en sociedades heridas y asistimos a escenarios de violencia, injusticia y persecución; además, debemos afrontar la crisis generada por el cambio climático y la pandemia, que ha dejado tras de sí un rastro de malestares no solo físicos, sino también psicológicos, económicos y sociales”, explicó el Papa.
El jefe de la Iglesia Católica, que ofició la homilía sentado por sus dolores de rodilla, añadió: “No podemos quedarnos, como aquellos de los que habla el Evangelio, admirando las hermosas piedras del templo, sin reconocer el verdadero templo de Dios, que es el ser humano, especialmente el pobre, en cuyo rostro, en cuya historia, en cuyas heridas está Jesús. Él lo dijo. Nunca lo olvidemos”.
El Papa indicó que “la desgracia de la guerra provoca la muerte de tantos inocentes y multiplica el veneno del odio”, al tiempo que destacó a los muchos que “emigran en busca de esperanza” y a los que “viven en la precariedad por la falta de empleo a causa de condiciones laborales injustas e indignas”.
“Y también hoy los pobres son las víctimas más penalizadas de cada crisis, pero si nuestro corazón permanece adormecido e insensible, no logramos escuchar su débil grito de dolor llorar con ellos y por ellos, ver cuánta soledad y angustia se esconden también en los rincones más olvidados de nuestras ciudades, donde hay tanta miseria y dolor”, remarcó.
En ese sentido, el Sumo Pontífice señaló que por eso hay que estar atentos para “no dejarse engañar por el populismo” ni los “falsos mesías”. “Comprometámonos con valentía por la justicia, la legalidad y la paz, estando del lado de los débiles”, enfatizó.