Con más de 173 mil casos y 6.600 muertes en todo el mundo, el coronavirus se expande a una velocidad que sorprende hasta a los más experimentados epidemiólogos y sanitaristas.

Cuando a principios de enero se conoció que algunas personas estaban enfermas en China por un nuevo virus surgido en el mercado de animales de Wuhan, nadie imaginó que dos meses después la enfermedad llegaría a más de 100 países en todo el mundo y sería declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así, y en línea con las últimas recomendaciones del organismo internacional de “adoptar medidas drásticas y se ataque en conjunto la proliferación del virus”, ayer el presidente Alberto Fernández anunció un paquete de medidas para mitigar el avance de la enfermedad en el país.

“Sabemos que todos los casos que hemos tenido de coronavirus son importados y tenemos que tratar que tarde lo más posible en transformarse en un virus autóctono. Seguramente eso en algún momento va a ocurrir, pero ganar tiempo es muy importante. Ganando tiempo podemos administrar la cuestión sanitaria”, introdujo Fernández en una conferencia de prensa realizada ayer domingo por la tarde en la Quinta Presidencial de Olivos, en la que puso en conocimiento la suspensión de clases, cierre de fronteras por 15 días, cierre de cines y teatros y cierre de shoppings, entre otras medidas.