Con estas duras palabras, la infectóloga Belén Irungaray expresó su preocupación y malestar respecto a la rotura de burbuja en las fiestas
La Jefa de Infectología del Hospital Dr. Emilio Ferreyra Belén Irungaray brindó su opinión con cierto grado de malestar y preocupación a raíz de la situación actual de contagios en nuestro distrito, especialmente en nuestra ciudad al referirse que de continuar así la conducta de cierta parte de la sociedad que no se protege ni previene el contagio del COVID esto podría salirse de control y esta esperada segunda etapa de brote contagioso “No va a ser una segunda ola, va a ser un tsunami sino cambiamos la estrategia”.
Según la opinión de la facultativa “enero, febrero y marzo va a ser muy difícil en toda la provincia y la costa argentina” y anunció, confirmando de alguna manera, que diferentes cepas que se esperaban llegase a la Argentina ya han sido detectadas en nuestro territorio nacional como la sudafricana y la de Río de Janeiro, Brasil.
Esta advertencia de tiempos difíciles en nuestra ciudad ya habían sido manifestados por la Doctora en el mes de agosto del año pasado pronosticando que septiembre y octubre serían los meses en que ocurriría un alza en los contagios.
Ante la consulta de cómo se halla el sistema sanitario de nuestra ciudad frente a la situación del requerimiento local, Irungaray manifestó que esta “Al límite y cada vez hay más casos” en contrapartida con la cantidad de personal para atender la demanda entendiendo que con el mismo personal deben hacer frente a mayor cantidad de contagios.
Además, la doctora lanzó una fuerte crítica a cómo se maneja el asunto de las vacunas mezclando política y ciencia indicando que “donde nos metemos con la política le perdemos credibilidad a la ciencia y hay que respetar los tiempos de una vacuna”, y afirmó de manera categórica “No se pueden comprar los tiempos”.
En su opinión, la desconfianza hacia las vacunas y luego de expresar que “nadie va a discutir una vacuna” (en la comunidad médica) si lo hace la población en general en su mayor parte y esto se debe a que desde la política se ha utilizado a la vacuna con otros fines más que lo de proteger a la población quitándole credibilidad a un trabajo, que, desde la ciencia es serio, pero que al politizarlo con la “foto” genera cierto rechazo en cierta parte de la sociedad y de alguna manera ensucia la fe hacia el procedimiento.
Foto: El Ciudadano