Las excavaciones se realizaron en el sitio arqueológico El Picadero, ubicado en La Numancia, en el límite de los partidos de Necochea y Tandil.

Este sitio funcionó como una cantera de la que los pueblos originarios obtuvieron rocas para construir sus herramientas. Es un sitio de grandes dimensiones en el que se realizaron pozos de extracción de materias primas y se organizaron los desechos de la talla, en lugares específicos.

Por su complejidad y por la cantidad de pozos realizados para obtener rocas, el lugar puede interpretarse como una mina prehispánica y hasta el momento es uno de los únicos contextos con estas características investigados en el país.

Entre los principales hallazgos se destacan diversos tipos de artefactos confeccionados en piedra, algunos restos de huesos, pigmentos minerales, posiblemente utilizados para protección y adorno corporal y herramientas utilizadas en la talla, como percutores.

Esta información complementa los datos obtenidos en otras campañas, en las que se pudo confirmar que las poblaciones pampeanas realizaban este tipo de actividades de obtención de rocas desde hace 5.000 años, hasta el momento de la llegada de los conquistadores europeos.

Además permite entender mejor la forma de vida y de trabajo de los pueblos originarios de la zona y de la región pampeana, ya que las rocas allí obtenidas circularon por amplios sectores de la pampa húmeda y sus zonas aledañas.