Otitis, hongos, piojos, picaduras, intoxicaciones y enfermedades respiratorias por el uso de aire acondicionado, son algunas de las afecciones de salud más frecuentes durante el verano y, si bien la mayoría no son graves -a excepción de las neumonías por gérmenes-, pueden complicar las rutinas de playa o pileta.
La otitis externa –una afección muy común– es la infección del conducto auditivo externo que se produce usualmente por microlesiones que se generan al rascarse o con el uso de hisopos para la higiene de la zona, lo que altera las barreras naturales.
“Para prevenir, sobre todo en personas con otitis frecuentes, se deben utilizar gotas luego de la exposición al agua. Puede usarse alcohol boricado o alcohol isopropílico. En ningún caso es conveniente la auto-higiene del conducto, ya que el cerumen contiene ácidos grasos que protegen naturalmente a la piel de la infección bacteriana”, sugirió el Hospital de Clínica en un comunicado.
La pediculosis, o piojos, son otro clásico que se incrementa en verano por el uso compartido de sombreros, toallas y vinchas, lo cual es necesario evitar; además se puede utilizar spray de permetrina sobre los objetos y hacer tratamiento con niñas, niños y quienes estén afectados en la familia en forma diaria.
Otra afección que aparece con la exposición al sol son manchitas blancas, ocres o rosadas en espalda, pecho o brazos, generalmente ocasionadas por levaduras del género Malassezia, que forman parte de la flora normal de la piel, pero que producen lesiones cuando aumentan como consecuencia del calor y la humedad, explicó el Clínicas.
“Otras levaduras que forman parte de la flora corporal normal son las del género Candida, cuyo crecimiento numérico que generará una lesión, se ve favorecido por el aumento de calor y humedad”, como sucede con el “pie de atleta” o los hongos que aparecen entre los dedos 4° y 5° del pie.
En todos los casos, además del tratamiento antifúngico es muy importante mantener la zona seca, de acuerdo a los especialistas.
Las intoxicaciones también son frecuentes por el aumento de las temperaturas: su manifestación más frecuente son diarreas, vómitos, dolores estomacales y fiebre; y a modo de prevención se recomienda no tener los alimentos a temperatura ambiente, beber sólo agua embotellada y evitar la comida de ventas ambulantes.
También se sugiere conservar los alimentos cocinados o no cocinados en la heladera y consumirlos en el menor tiempo posible, lavar bien las frutas y verduras y, al igual que en el resto del año, higienizarse las manos antes de comer y después de ir al baño.
Por otra parte, el uso de insecticidas no tóxicos, dispositivos con enchufe y repelentes puede prevenir la picadura y mordeduras de mosquitos, orugas, avispas, abejas y arañas.
En relación a los aires acondicionados, la doctora Ana Putruele, jefa de la División Neumonología del Hospital de Clínicas, explicó que “los problemas más graves se relacionan con los gérmenes acumulados en los filtros sucios del aire acondicionado cuando no hay un mantenimiento adecuado”.
Entre estos gérmenes, el más conocido es la bacteria Legionellapneumophila, responsable de una neumonía que puede ser grave; otros de los principales contaminantes del aire son los hongos Aspergillus niger y Aspergillus fumigatus, que provocan rinitis, asma, neumonía o neumonitis por hipersensibilidad.
Putruele señaló que, además, “debido a que los aires acondicionados secan los conductos nasales, pueden causar irritación en las membranas mucosas”, por lo que su uso prolongado puede ocasionar resfríos, laringitis, faringitis, sinusitis, crisis de alegrías, broncoespasmos en personas asmáticas y episodios de agravamiento de EPOC en casos más complejos.
En cuanto al uso del aire acondicionado a la hora de dormir, la especialista recomendó mantener la temperatura entre 24 y 27 grados utilizando la función de modo nocturno, para no enfriar en exceso el ambiente.
También sugirió en los ambientes donde hay niños, sobre todo menores a un año, “ventilar con frecuencia las habitaciones, una hora al día como mínimo; de esta manera, aprovecharemos también para hacer descansos ya que no es recomendable tener continuamente en marcha el aire acondicionado”.
Otro tema es que “hay que limpiar los filtros del equipo con frecuencia y garantizar su higiene, ya que se pueden acumular en su interior el polen, polvo, ácaros y hongos. También es muy importante que el chorro de aire no esté enfocado directamente a los más pequeños”, concluyó. (Télam)