Lo definió el Gobierno. Gran parte del alza del gravamen que se traslada directo al surtidor queda para después del 21 de abril.
En un nuevo intento por contener la inflación, que en marzo se ubicará en torno a 4% como indicaron a Tn.com.ar desde las consultoras privadas, el Gobierno decidió postergar una vez más un alza del impuesto a los combustibles líquidos hasta el 21 de abril inclusive. La suba en las naftas y el gasoil impacta de manera directa en otros bienes y servicios y le dan un impulso extra al incremento del resto de los precios de la economía.
Para este mes, posiblemente en la segunda quincena, está previsto que la petrolera YPF -líder del mercado- aplique otra alza de 5% en los valores al público. Se trata del segundo tramo de tres alzas que para mayo acumularán una suba de 15% en un trimestre. El mes pasado, los precios de la estatal subieron 7% promedio en todo el país (7,9% en Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires) por el doble efecto del ajuste determinado por la petrolera y la suba del componente impositivo.
Ahora, a través del decreto 229, publicado este jueves en el Boletín Oficial con la firma del presidente Alberto Fernández. el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, se estableció dilatar hasta el 22 de abril al menos gran parte del alza del impuesto.
Además, se recordó que el gravamen a actualizar, por la evolución del índice de precios al consumidor (IPC) de trimestres pasados, “se traslada directamente a los precios finales de los combustibles y se traducen en un aumento estimado en surtidor de 2,6% para las naftas y de 1,9% para el gasoil.
“Con el fin de asegurar una necesaria estabilización y adecuada evolución de los precios, resulta razonable graduar el impacto de la actualización de los montos del impuesto”, se argumentó en los considerandos del decreto. Ante eso, se definió que “el 62% del incremento solo surtirá efectos para los hechos imponibles que se perfeccionen a partir del 21 de abril de 2021, inclusive”.
De esa forma, se espera que la suba en los surtidores para este mes sea en torno al 5%, un poco menor a la esperada: se calculaba que al sumar el aumento previsto por YPF y la actualización impositiva las subas oscilarían entre 6% y 7%.
La prórroga se suma a varias aplicadas por el Gobierno: el mes pasado postergó del 1° a 12 de marzo la actualización correspondiente al cuarto trimestre de 2020. Los tributos sobre los combustibles se actualizan de manera trimestral sobre la base de la inflación pasada.
El próximo debería regir desde el 1° de junio, que debe ajustar por el IPC del primer trimestre de 2021, que para los analistas terminará en torno a 12%. Aunque no se descarta que, en medio del arranque de la carrera electoral el Gobierno defina aplazar esos aumentos hasta pasadas las legislativas de octubre o incluso hasta que tenga listo un nuevo mecanismo de actualización impositiva que, como sucede con la movilidad jubilatoria, deje de lado los precios para seguir la evolución de los salarios.