A 100 días del primer anuncio del aislamiento social, el ministro de Salud habló sobre el avance del virus en el AMBA, la situación de las camas de terapia intensiva, el tratamiento con plasma y la ausencia de una vacuna, entre otros temas.
El avance del virus en el AMBA y la ausencia de una vacuna y de medicación específica contra la Covid-19, “con una capacidad de contagio que sorprende”, llevaron al gobierno a determinar una nueva y mayor restricción a la circulación de personas en esa región para evitar “consecuencias fatales por no contar con camas de terapia intensiva”, dijo hoy el ministro de Salud Ginés González García.
A 100 días del comienzo del primer anuncio del aislamiento social preventivo y obligatorio dispuesto por el Gobierno nacional y cuando en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se concentra el mayor número de contagios del país, el ministro recibió a Télam en su despacho, una oficina plagada de monitores que lo conectan con la Sala de Situación, con las noticias y un solo elemento que parece distenderlo: una maqueta de su querida cancha de Racing Club.
En diagonal, a su derecha, tiene al “Cilindro” siempre a la vista e iluminado.
A su izquierda, en cambio, el monitor con el tablero de control y un enorme televisor que lo actualiza con las noticias al instante.
Afirma que duerme poco pero bien, se lo ve de buen humor, tranquilo, y lamentándose porque el delantero Ricardo Centurión no regrese a Racing.
Pero el motivo de la visita era otro: las nuevas medidas restrictivas para mitigar el avance de la pandemia en el AMBA.
“Buscamos manejar la cuarentena de tal manera que el número de casos fuera siempre controlable y administrado. Lo hicimos desde el primer día, y digo lo hicimos porque fue todo el pueblo argentino, lo hicimos entre todos”, comenzó.
“Cuando empezamos a notar que teníamos circulación comunitaria en una megalópolis como el AMBA, empezamos a pensar de otra manera; así que salimos con el Programa Detectar“, explicó Ginés.
El ministro continuó con su explicación: “También notamos que el avance de internación específica empezó a ser muy exponencial. Eso implicó que teníamos que hacer algo para que dentro de 25 o 30 días no suceda lo que no queremos que ocurra: que no haya ninguna persona que, por no tener una terapia intensiva, respiradores y todo lo que necesite termine con una consecuencia fatal”.
Ginés recordó que “en todo el mundo más del 50% de la mortalidad ocurrió porque algunas personas no tenían cómo atenderse. Y para que eso no suceda tenemos que ponerle un freno, hay que administrar la cuarentena y restringir la circulación de la mejor manera porque este es un virus dinámico, con una capacidad de contagio que sorprende y que no tiene, hoy, solución en el mundo”.
“El AMBA es una de las 20 ciudades más grandes del mundo, es una unidad geográfica que no para en la General Paz, así que lo que hicimos entre Provincia, Ciudad y Nación es restringir el movimiento”, explicó.
¿Esto significa que lo esperable es que el pico de la pandemia se produzca en esta etapa?, fue consultado.
“Entre fines de junio y la primera quincena de julio las enfermedades respiratorias tienen más impacto. Venimos bien porque logramos una extraordinaria campaña de vacunación antigripal, venimos bien con la bronquiolitis, pero está subiendo esto que es una enfermedad desconocida, sin vacunas ni medicamentos. También bajamos la tasa de letalidad, y con esto tratamos de evitar una consecuencia tan dramática como la muerte, lo único irreversible”, respondió.
El ministro recordó que “el virus no viaja solo en colectivo o en auto, viaja con la gente. Ese es el movimiento que tenemos que restringir porque aumentó mucho en las últimas dos semanas”.
En ese sentido, ratificó que “la cantidad de medidas que se toman tratan de contener el movimiento, frenarlo de tal modo que la curva de casos que venía subiendo muy precipitadamente, dentro de 8, 9 o 10 días empiece a controlarse y aplanarse”.
Y aseveró que Argentina está entre los tres países de América que mantiene los mejores indicadores, junto a Uruguay y Paraguay.
“¿Qué significa esto?: centenares de muertes evitadas, miles quizás. Lo que ocurre es que eso no se ve porque no se tiene constancia de la prevención, pero queremos que no suceda”, aseveró.