“Desde al último cierre venimos trabajando de la misma manera porque tenemos el salón preparado con los protocolos y los recaudos” explicó el peluquero Santiago Esteve, aunque aclaró que “el trabajo se vio resentido y, desde al año pasado, dejó de ser una necesidad cortarse el pelo”.
El comerciante estimó que será nuevamente un año difícil en lo económico y consideró que va a ser muy complicado volver los números de años anteriores.
“Al haber bajado tanto la demanda no hay complicaciones para el sistema de turnos”, explicó y estimó que el sistema de pantallas y barbijos va a continuar por mucho tiempo.
Respecto a los horarios, Esteve dijo que a ellos no los afectó demasiado ya que desde hace 18 años trabajan de corrido, y opinó que sería bueno que todos los comerciantes logren un acuerdo en ese sentido para poder darle más vida al centro.