Un niño nació con una encefalopatía crónica y murió a los dos años

El fiscal Carlos Larrarte pidió que se condene a dos años de prisión, de ejecución condicional, a la trabajadora de salud Mónica Mangopor el delito de “homicidio culposo”, así como su inhabilitación especial como profesional por el término de cinco años, en un caso de supuesta mala praxis.

Es el caso de un niño que nació con serias dificultades el sábado 12 de mayo de 2012, a consecuencia de las cuales moriría cuando tenía dos años.

En tanto el abogado Mariano Dufau, defensor de la imputada, solicitó su absolución, considerando que no fue responsable de lo ocurrido, ya que la madre del pequeño sufrió un desprendimiento agudo de placenta, lo que constituyó, a su criterio, un “accidente agudo imprevisible e invevitable”.

Por su parte, el abogado Sebastián Barletta, en representación de la familia del pequeño, como particular damnificado, pidió que se condene a la partera a cuatro años de prisión, de cumplimiento efectivo, así como su inhabilitación como profesional por el mismo período.

La imputada, al hacer uso de la palabra, ratificó los conceptos de su abogado defensor, asegurando que consultas previas realizadas por Erica Fernández  estando embarazada no tuvieron relación con lo sucedido el sábado 12 de mayo de 2012, cuando tuvo que hacerse una cesárea de urgencia, al producirse el desprendimiento prematuro de la placenta.

En el momento en que el abogado defensor de la imputada fundamentaba su alegato la madre del pequeño fallecido alzó su voz para cuestionarlos. Y posteriormente, cuando la profesional de salud hizo uso de su derecho a hablar antes que se pronuncie el tribunal, Erica Fernández saltó de la silla que ocupaba en la sala para increpar a la profesional, dirigiéndose hacia ella a los gritos, debiendo intervenir un efectivo policial para disuadirla.

El juicio oral y público se ventila en el Juzgado Correccional Nº 1, estando a cargo en esta oportunidad de la Dra. Luciana Irigoyen Testa. El veredicto y sentencia serán dados a conocer el próximo lunes 5 de abril, a la hora 10.

El hecho  de supuesta mala praxis por el que se juzga a la profesional de salud ocurrió, como se señalara, en 2012. El 12 de mayo de ese año Erica Fernández ingresó al Hospital Municipal con fuertes dolores. Se hizo una cesárea en forma urgente. Como producto del desprendimiento prematuro de placenta, al producirse el nacimiento, el niño padeció una encefalopatía crónica. Fue operado en el Hospital Materno infantil de Mar del Plata. Pero falleció a los dos años.

Erica Fernández asegura que había concurrido en cuatro oportunidades, previamente, al Hospital Municipa para ser atendida, debido a que padecía dolores. El fiscal Carlos Larrarte cuestiona que no se le haya hecho un diagnóstico ni una internación preventiva, reforzando su postura en el informe de una perito marplatense.

A criterio del fiscal no se aplicaron los protocolos correspondientes a un caso como ese y consideró que el accionar de la partera incidió en el desencadenamiento de los hechos.

El abogado Barletta consideró que la imputada demostró “desprecio por la vida humana” y cuestionó al sistema de salud, sugiriendo que se pusieron obstáculos para que se conociera lo sucedido.

Mariano Dufau, defensor de la imputada, insistió en que el desprendimiento agudo de placenta fue un accidente inevitable.  Aseguró que las dolencias previas que tuvo la parturienta los días previos no tuvieron relación con lo sucedido el sábado 12 de mayo.

También consideró que “la realización de una ecografía no hubiera evitado lo que iba a ocurrir después”.  Y cuestionó el informe de la perito Amalfitani, de Mar del Plata, señalando que desconoce los protocolos vigentes en el Hospital Ferreyra de Necochea.  Finalmente, Dufau, puso en dudas las consultas previas realizadas por la mujer estando embarazada, indicando que “no están registradas” en el nosocomio.  “El relato de la señora y su esposo no es creíble”, expresó.

En tanto, Mónica Mango también evaluó que “no hay relación entre las consultas anteriores con lo que ocurrió después”. Y recalcó que es licenciada en obstetricia con gran experiencia, a través de su labor desarrollada durante décadas. “Amo mi profesión, que ejerzo con responsabilidad, tengo respeto por los pacientes, me encanta trabajar con embarazadas y lamento lo que le ocurrió a la señora”, alcanzó de manifestar, luego que por la fuerza debiera ser desalojada la madre del pequeño fallecido, quien reaccionó con ira, profiriendo insultos.

Al concluir el debate debió reforzarse la presencia policial, tanto para garantizar la integridad de la profesional imputada, como de otras personas, debido a los insultos cada vez más fuertes efectuados por familiares y allegados a la familia del niño fallecido frente al edificio judicial.