El mamífero que ayer demandó un gran trabajo por parte de trabajadores municipales para lograr correrlo nuevamente hasta la lengua del mar, se encontraba desde el domingo en la zona del Balneario Sahara.
Según informó a TsnNecochea el ambientalista Carlos Leo, él se acercó al lugar a fin de poner en práctica el “Protocolo Azul” que implicó la instalación de un cuadrilátero con cintas de peligro para evitar que las personas se acerquen, de manera tal de protegerse mutuamente.
En ese marco, Leo explicó que una serie de recomendaciones que son importantes: no darle de comer, no arrojarle agua, no instarlo a regresar al mar; debe permanecer muy tranquilo.
Esto animales suelen recalar por espacio de dos o tres días, si están bien de salud, luego suelen regresar al mar. Según Leo, en ese momento se lo veía en buen estado de salud en lo externo: sin enmallamiento incidental, sin lesiones, sin síntomas de enfermedad.
No obstante, el ambientalista hizo hincapié en la necesidad de practicar el hisopado, una medida que está a cargo de las autoridades del Senasa ya que, según indicó, la primera manifestación de gripe aviar es el enrojecimiento de sus ojos, y la peligrosidad de sus secreciones, ya sea nasales o a través de las heces.
“No hay que subestimar el brote, ya que en Puerto Pirámides la gripe aviar fue devastadora en Elefantes marinos” sostuvo Leo, añadiendo que, según sus registros, coincidentes con Biólogos del Sur, en Necochea y Quequén, murieron más de 230 ejemplares de Lobos marinos, dos Carpinchos y muchas aves.