Un joven de 27 años, oriundo de nuestra ciudad, que en marzo del año pasado asaltó, maniató y prendió fuego al encargado de un camping evangelista en Estación Chapadmalal comenzó a ser juzgado este martes en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 y el fiscal Leandro Arévalo mantuvo su hipótesis de que el homicidio se dio para ocultar el robo cometido, que prevé una pena de prisión perpetua.
Ante los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Jorge Luis Rodríguez, la fiscalía ratificó la hipótesis inicial de que Federico Gastón Massán llegó al camping ubicado en las calles F y 1 de Estación Chapadmalal que cuidaba Luis Quentas. Según la línea de investigación el imputado ató al cuidador, robó una notebook, lo roció con combustible, lo prendió fuego y escapó a bordo de la motocicleta de la víctima.
Arévalo recordó que el hecho quedó al descubierto a partir de un llamado al 911 que denunció un incendio en el camping, por lo que personal de Bomberos se acercó al lugar y pudieron rescatar a Quentas. Durante el traslado la víctima identificó al agresor a quien conocía por practicar la misma religión y acercarse de manera esporádica al lugar.
El fiscal recordó que a partir de la declaración que la víctima pudo dar y de una serie de medidas que incluyeron escuchas telefónicas, se estableció que el imputado estaba ocultado en Necochea, su ciudad natal. A partir de las averiguaciones que realizó personal de la comisaría octava y de la Dirección Departamental de Investigaciones se lo detuvo en cuando caminaba por la calle 66 al 2900, en pleno centro de esa localidad. En el operativo secuestraron el rodado sustraído durante el robo.
Más allá de la postura que asuma la defensora oficial Gabriela Peña en cuanto a la calificación de los hechos, el Ministerio Público Fiscal insistirá durante las cuatro jornadas de debate que el hecho imputado es constitutivo del delito de robo y homicidio criminis causa, que prevé una pena en expectativa de prisión perpetua.
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