Diseñados para días de camping, largas jornadas de pesca o excursiones a la montaña, los termos verdes de la marca Stanley comenzaron a verse en las casas, las playas y las oficinas argentinas. Pasaron del “mundo outdoor” a convertirse en un objeto casi aspiracional.

Pero también se transformaron en uno de los ejemplos más llamativos de cómo un producto importado en la Argentina puede llegar a costar cuatro veces más que un supermercado de Miami. La polémica arrancó en las redes sociales con imágenes del mismo producto a USD 19,82 (unos $775) en un supermercado de los Estados Unidos y a $3.899 en la Argentina.

¿Los costos de importar un producto justifican que su precio se multiplique por cinco? “El encarecimiento de un producto importado se produce por varias vías. La primera, el arancel del ingreso que según el tipo de producto es más alto o más bajo. La segunda, el costo de la logística y transporte desde el país de origen y, una vez ingresado en la cadena comercial argentina, tendrá que pagar el impuesto para llevarlo a la comercialización“, detalló Marcelo Elizondo, especialista en comercio exterior y director de la consultora DNI.

La Argentina es un país de altos costos, que haya un importador que se lo venda a un mayorista, que se lo vende a un comerciante son costos que no están en el país de origen. Pero, además, en la Argentina hay muchos productos con precios muy altos y que el mercado los paga. Uno de los problemas es que tenemos una economía muy cerrada y hay poca competencia”, agregó.

Smartphones, también

Otro caso ya conocido de distorsión de precios entre Estados Unidos y la Argentinason los teléfonos iPhone de Apple. El modelo iPhone X S de 256 GB se vende a $100.799 en Buenos Aires y a USD 1.149 en los Estados Unidos, donde según la ciudad en que se compre hay que sumar entre 6% y 8% de tax, lo que da unos 48.500 pesos.

Desde OneClick Argentina, uno de sus distribuidores en el país, explican que el teléfono paga un 16% de aranceles y 11,5% de impuestos para “nacionalizarse” a lo que después se suman otras cargas.

El tema aduanero es complejo de explicar. Los impuestos internos se calculan sobre el precio de los Estados Unidos más el flete, el seguro y el IVA. Ahí es donde se desvirtúa. Traer un iPhone es un 50% o 60% más de lo que cuesta en los Estados Unidos. Y después están gastos que se pueden licuar por el peso cuando se pagan por kilo. Pero el precio del flete, el despachante, el depósito fiscal, la vía aérea, el tránsito de Ezeiza son gastos fijos”, relató Mariano Turinetto, country manager de OneClick Argentina.

Y está el famoso costo argentino, que no creo que sea el costo de un empleado. La mayoría de las empresas está en un shopping, que te cobra un porcentaje del precio de venta del producto y, además, si vendés con tarjeta de crédito es un 2,15% más sobre el precio final con IVA incluido. Y muchas veces el precio que se paga tiene incluido el pago en 3 o 6 cuotas”, continuó Turinetto. Luego sumó costos como el impuesto al cheque sobre el total de la factura e Ingresos Brutos, con porcentajes que varían según la jurisdicción.

Teminás agregando un 30% para que el vendedor gane. Si vendés productos electrónicos y querés tener precios ajustados vas a ganar muy poquito. Un iPhone termina quedando el doble que en los Estados Unidos”, concluyó.

Fuente: www.infobae.com