La Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS) anunció este domingo que clínicas, sanatorios, hospitales, geriátricos y otras instituciones médicas volverán a cobrar copagos a los afiliados de las prepagas a partir del 1° de enero de 2022.
La medida obligará a los pacientes de empresas de Medicina Prepaga y Obras Sociales de Dirección a pagar un 9% del valor de cada prestación médica. Atribuyen la medida a falta de financiamiento.
“Es consecuencia de la crítica situación financiera del sector que se agrava año tras año y obliga a tomar estas decisiones”, informaron desde la asociación.
Entre otros, se verán afectados la asociadas y los asociados a Cemic, Femedica, Galeno Argentina, Medife, Swiss Medical Group, Medicus SA, Omint SA, Obra Social Luis Pasteur y Osde.
Desde la FAPS explicaron que en enero estaba previsto que las prepagas aumentaran un 9% el monto de lo que transfieren por cada prestación, pero en las últimas semanas indicaron que no podrán hacerlo. Por lo tanto las entidades resolvieron comenzarán a cobrar esa diferencia a través de los copagos.
En el comunicado emitido, señalan que el sector atraviesa una crisis financiera y económica debido al “aumento de los costos operativos y la cobertura de nuevos tratamientos, con ingresos regulados y atrasados respecto a la inflación, que genera un desfasaje económico poniendo en peligro la sostenibilidad del sistema”.
En la misma línea, explican que el incumplimiento del aumento de las prepagas es una condición para “poder cumplir con los aumentos salariales de los trabajadores de la salud acordados en la paritaria 2021” y que significa “un colapso en las finanzas ya golpeadas de los prestadores”.
“Esto obliga a tener que buscar alternativas para financiar el pago de salarios a través del cobro de un copago, que quedará a cargo de cada paciente de Prepagas y Obras Sociales de Dirección”, detallaron.
Según detallaron, la medida estará vigente hasta que los financiadores del sistema actualicen los valores de sus prestaciones.