Hace un año, en septiembre de 2023, el intendente Arturo Rojas anunciaba en una recorrida por el predio que la inauguración de la nueva planta de reciclaje en Necochea era inminente.
Sin embargo, después, no hubo más noticias al respecto. A través de un acuerdo que el gobierno alcanzó con la empresa Relisa sobre la deuda asumida por gestiones, se e puso como obligación la construcción de una Planta de Separación y Clasificación de Residuos Sólidos Urbanos.
En el basural a cielo abierto se construyeron entonces unas enormes cavas recubiertas con una membrana especial para depositar los residuos e impermeabilizar las napas, procediéndose también al tratamiento de los líquidos lixiviados.
El proyecto es que, antes de llegar el predio de disposición final, los residuos sean separados en origen y reciclados en la esperada Planta de Separación y Clasificación, en las inmediaciones de calles 99 y 90.
Lo cierto es que, si bien la planta ya está terminada, todavía por está funcionando.
Los motivos, según indicaron a Tsn Necochea fuentes de la cartera de Obras Públicas, son “logísticos”. Se necesita que llegue un transformador de la provincia de Santa Fe para poder tener la potencia necesaria que permita poner en marcha la planta.
Vale destacar que, según la ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante a finales del año 2022, la empresa Relisa, concesionaria del servicio de recolección domiciliaria está obligada a entregar “llave en mano” al municipio un galpón con una superficie cubierta de 480 metros cuadrados, un tinglado con una superficie de 160 metros cuadrados y dependencias anexas con una superficie de 135 metros cuadros.