Incluye garantías para contrarrestar potenciales efectos negativos a las economías de ambos mercados.

BRUSELAS, Bélgica.- El acuerdo comercial cerrado el viernes entre la Unión Europea y los países de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay), que debe permitir aumentar considerablemente los intercambios entre ambas regiones, también incluye garantías para contrarrestar sus potenciales efectos negativos.

Estos son algunos de los principales puntos del texto.

Aranceles

A largo plazo, el acuerdo eliminará el 91% de los aranceles impuestos por Mercosur a los productos europeos, lo que la Comisión evalúa en 4.000 millones de euros.

Por su parte, la UE suprimirá el 92% de las tasas que aplica actualmente a los bienes sudamericanos que llegan a su territorio.

En la industria, los aranceles de Mercosur se irán eliminando progresivamente para los vehículos (35%), las piezas de repuesto (14 a 18%), los equipos industriales (14 a 20%), los productos químicos (hasta 18%), la ropa (hasta 35%) o los productos farmacéuticos (hasta 14%).

Agricultura

En los productos agrícolas, se eliminarán las tasas de Mercosur sobre el vino (27%), el chocolate (20%), los licores (del 20 al 35%), la pesca en conserva (55%), las bebidas con gas (20 a 35%) o las aceitunas.

En cuanto a los quesos y los productos lácteos de la UE, se beneficiarán, según el comisario europeo para la Agricultura, Phil Hogan, de “amplias cuotas” sin tasas.

En cambio, la UE abre su mercado a los productos agrícolas sudamericanos -su concesión más fuerte- a través de las cuotas: 99.000 toneladas de ternera al año con un tipo preferencial (7,5%), una cuota suplementaria de 180.000 toneladas para el azúcar y otra de 100.000 toneladas para la carne de ave.

Salvaguarda

El acuerdo incluye un “mecanismo de salvaguarda” que autoriza a la UE y a Mercosur a imponer medidas temporales para reglamentar las importaciones si se produce un aumento inesperado y significativo, susceptible de “causar un perjuicio grave a su industria”.

Unas garantías que se aplican a los productos agrícolas.

Denominaciones protegidas

Mercosur se compromete a proteger 357 “indicaciones geográficas” europeas como el jamón de Parma, el champagne, el Oporto o el whisky irlandés.

La UE también protegerá algunas denominaciones de América del Sur como la cachaca brasileña o el vino argentino de Mendoza.

Salud

La Comisión Europea asegura que “nada en el acuerdo modifica la forma en la que la UE adopta y aplica sus normas de seguridad alimentaria”, ya sea para productos europeos o importados.

El acuerdo recoge una referencia al “principio de precaución”, para garantizar que las autoridades públicas puedan “actuar para proteger la salud humana, animal o vegetal, o el medio ambiente, frente a cualquier riesgo detectado, incluso aunque el análisis científico no sea concluyente”.

Medio ambiente

El texto incluye un capítulo sobre el desarrollo sostenible que cubre “la gestión sostenible y la conservación de los bosques, el respeto de los derechos de los trabajadores y la promoción de una gestión responsable de los casos”.
Se refiere explícitamente al Acuerdo de París sobre el clima.

Según la Comisión, ambas partes “se comprometen a luchar contra el cambio climático y a trabajar en la transición hacia una economía durable de baja intensidad de carbono”.

Esto incluye “un compromiso para luchar contra la deforestación”, un punto importante para las oenegés, que acusan a Brasil de destruir la selva amazónica.

Según la Comisión, este capítulo “comportará normas claras y rigurosas, así como un mecanismo de evaluación independiente e imparcial de esas cuestiones por un grupo de expertos”, que no fue detallado.

Mercados públicos

Los países de Mercosur abrirán por primera vez sus mercados públicos a las empresas europeas, un avance decisivo para la UE.

En concreto, las empresas de la UE podrán presentar su candidatura en los concursos de licitación, en condiciones de igualdad con las empresas de Mercosur.