La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús tiene una amplia historia en el marco de la fe católica y este año la fecha del viernes 7 de junio es emblemática para toda esa comunidad. En ese marco, se presentó la obra del Sagrado Corazón en 556 y 511 de Quequén, con el acompañamiento del Intendente Arturo Rojas y parte de su equipo.

A pocos metros del río y del Puente Dardo Rocha, se exhibe la imponente obra que fue producto de la idea impulsada por el vecino Carlos Britos y llevada a la realidad por las artistas locales Marina Rosso y Mónica Cuervo.

En el medio de ello, estuvo la colaboración del municipio, que desde la Delegación de Quequén y la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos se puso disposición de Britos para elegir el lugar y llevar a cabo la base para la colocación de la escultura.

Es por ello que Adrián Furno, a cargo de dicha Secretaría, expresó ante el público que “se siente un orgullo poder colocar esta escultura, Carlos (Britos) tenía por objetivo de poder inaugurarlo este 7 de junio y acá estamos, producto de lo que nos pide el intendente Arturo Rojas constantemente, que es estar trabajando en conjunto con los vecinos y las instituciones”.

“Cuando vinimos la primera vez, marcamos el lugar con una tosca y un palo, y acá estamos con la primera etapa, hemos generado el espacio para la escultura y la idea es agregar veredas perimetrales y luces triales alrededor para que se forme la Plaza del Sagrado Corazón”.

Por su parte, un emocionado Britos expresó sentidas palabras de agradecimiento al municipio, a quienes se acercaron a ver la inauguración de la obra, a la empresa de remolques Trave que no le cobró absolutamente nada para llevar la obra hasta el lugar; y rememoró a sus padres Antonio Britos, María Elena Palay, como a sus 11 hermanos, quienes fueron los motivos por los que impulsó la obra.

“Que este sea un sitio de recogimiento, de solemnidad y podamos venir a pedir al Sagrado Corazón por la familia y los hijos, pero a su vez agradecer, porque no solo hay que pedir, sino también colaborar como buen cristiano”, bregó Britos en sus palabras alusivas, quien proyectó este sueño hace tres años y hoy a sus 87 años pudo verlo hecho realidad.