En un artículo publicado recientemente en el portal mendocino MDZ, se encargan de contar las maravillas de Quequén, al que califican como “un pueblito de playas vírgenes” y recomiendan sus olas “ideales para practicar surf”.

La Costa Atlántica argentina es reconocida en el mundo entero por sus amplias playas de arena, con kilómetros y kilómetros para que quienes disfrutan del mar puedan tener un merecido descanso. Entre grandes médanos, paisajes solitarios y balnearios con particularidades únicas, uno se olvida del tiempo y solo disfruta del horizonte y la fuerza del mar.

Playas con pequeñas bahías, pueblos tranquilos, árboles verdes de cara al mar, acantilados, grutas, formaciones rocosas, dunas y restos de antiguos barcos naufragados, forman parte del paisaje natural de la Costa argentina.

Entre los destinos ideales para disfrutar de la tranquilidad y soledad de las playas se encuentra Quequén, ubicada a casi 150 kilómetros hacia el sur de la Ciudad de Mar del Plata. Allí, un pueblito recibe en las épocas más cálidas del año a turistas de distintas partes del país que viajan para compartir una escapada o vacaciones entre amigos, pareja o familia.

Las playas de Quequén presentan una marcada erosión, con playas más angostas de arenas más gruesas y mayor presencia de conchillas, caracoles y formaciones rocosas en toda su extensión. Además, el paisaje se completa con una gran cantidad de restos de buques encallados.

Las playas son aptas para bañarse, siempre con suma precaución considerando la fuerza de las olas que pueden alcanzar los 2,5mts. Es por eso, que es un sitio muy buscado por quienes disfrutan de practicar surf, bodyboard y kayak.

Hay muchas personas que escogen el pueblo de Quequén solo para visitar sus playas agrestes por el día, pero también están los que prefieren quedarse allí a pasar la noche y disfrutar del maravilloso cielo limpio y estrellado. El pueblo costero cuenta con unidades de sombras, gastronomía e incluso opciones de alojamiento en camping y bungalós.

Quienes recorran el pueblo además se encontrarán con un imponente monumento, el cual es un homenaje a la Gesta de Malvinas, en memoria y honor de los veteranos caídos en la Guerra de Malvinas en 1982. Esta obra del escultor Andrés Mirwald es el más grande de Argentina en conmemoración de los caídos y uno de los monumentos más altos del continente con 35,7 metros. Representa una gran bandera argentina y mira hacia la ubicación geográfica de las islas.

A su alrededor también se ubican los escudos de las diferentes fuerzas militares que participaron en el conflicto y una fuente de agua que representa las lágrimas de madres y padres que se vieron obligados a dejar partir a sus hijos. En las inmediaciones del monumento se exhiben tanques de guerra y, desde 2021, un reconocimiento a las víctimas del hundimiento del ARA San Juan.