Además de ser un espacio de entretenimiento para toda la familia y un lugar obligado de visitar por turistas, el Lago de los Cisnes también recupera animalitos heridos que los vecinos encuentran en distintos lugares de la ciudad.
En este caso se trata de un pichón de búho que llegó hace unos 20 días, y fue cuidado y sanado por los trabajadores del lugar.
Después del proceso, recuperó la libertad y volvió a su hábitat natural: el parque Miguel Lillo.
“Igual no nos abandonó porque viene una vez por día a buscar alimento” señalaron desde El Lago, destacando que este tipo de situaciones son “pequeñas vivencias que nos enorgullecen y nos gratifican”.